Abusó sexualmente durante años con sus dos hijas, una de las cuales, Patricia, con 17 años, se suicidó en febrero de 2004, lanzándose a las vías del Metro. No pudo con la presión meses después de descubrir que su padrastro estaba repitiendo las agresiones que de él recibió con su hermana menor, de cinco años. La Fiscalía sólo había solicitado tres años de prisión por los ataques reiterados a Patricia, puesto que el acusado, José María C., de 42 años, no había reconocido los ataques a la hermana pequeña de la fallecida.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales (Cavas), a través de la letrada Victoria Blanco, que también pidió 6 de prisión, amplió su solicitud a la inhabilitación para ejercer como agente de la Benemérita, así como a la suspensión definitiva a la patria potestad, según informa ABC.
El tribunal accedió parcialmente a estas peticiones y acordó tres años de inhabilitación para el desempeño de su trabajo como guardia civil y ejercicio de la patria potestad. Además, el Juzgado de lo Penal número 3 del municipio madrileño de Móstoles fijó una indemnización de 36.000 euros que el agresor deberá pagar a la familia de las niñas. El informe pericial elaborado por el forense señala que José María C., albergaba en su ser una pederastia limitada al incesto; es decir, que abusaba de menores pero sólo dentro del seno familiar. También ha tenido un peso especial el testimonio de la hija biológica del acusado, que ahora tiene diez años.
Tras sufrir en silencio las agresiones de su padrastro ese tiempo interminable y sospechar que su hermana menor estaba viviendo un calvario similar, Patricia dio el paso adelante y decidió contar lo que sucedía a su madre en octubre de 2003. Acto seguido, los padres se separaron y la familia puso el tema en manos de la Justicia. Sin embargo, ya sería tarde, pues habían perdido a una hija para siempre.
