Todos los adultos fallecieron en el accidente

El Milagro que nunca existió: el exterrorista Petro dice ahora que la búsqueda de los niños sigue en marcha

En Colombia: se busca a los 3 niños y un bebé que supuestamente siguen solos y vivos en la selva 20 días después de estrellarse su avioneta

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la búsqueda de los niños de la avioneta
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la búsqueda de los niños de la avioneta. PD

Se ha ido de boca el exterrorista Gustavo Petro, por su afán de apuntarse un tanto, a cuenta de los niños.

Se trata de Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ranoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses), indígenas Mauinane, del resguardo Puerto Zábalo, departamento de Caqueta, de acuerdo con la la organización indígena OPIAC, cuyos miembros fueron los que hallaron la avioneta accidentada el pasado 1 de mayo.

En el vaivén angustioso de noticias, el miércoles en la noche el presidente Petro publicó felizmente en su Twitter que los menores habían sido rescatados, tras recibir información del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Pero resultó equivocada o apresurada.

El mandatario quitó el tuit en la mañana, borrando algo de la esperanza de hallar con vida a los menores:

«He decidido borrar el ‘trino’ debido a que la información entregada por el ICBF no ha podido ser confirmada. Lamento lo sucedido. Las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas continuarán en su búsqueda incansable para darle al país la noticia que está esperando».

En los medios de comunicación colombianos, le dan hoy a Petro hasta en el velo del paladar, por ‘irresponsable’.

Lucía Franco escribe en El Espectador:

Si Gustavo Petro no es capaz de usar su cuenta de Twitter con la responsabilidad mínima exigible a todo un presidente de Gobierno, alguien en su gabinete debería quitarle el juguete por el bien de todos.

Hasta ahora, han encontrado los cadáveres del piloto, el copiloto y la madre de los menores.

Por ahora no hay rastro de los niños. La búsqueda está siendo angustiosa por las condiciones adversas de una región amazónica, donde sobrevivir es muchas veces algo más que una hazaña.

LA HISTORIA INICIAL

Quizá haya ayudado y mucho que los críos son indígenas, acostumbrados a la naturaleza, pero ha sido un milagro.

Y de los grandes.

Tras friolera de 17 días, los transcurridos desde que la avioneta en la que iban con varios adultos, se estrellara en la selva amazónica, han sido rescatados con vida los cuatro niños desaparecidos en el accidente.

Un choque brutal, en el que no sobrevivió ninguno de los mayores.

Los niños, tres de 13, 9 y 4 años, y un bebé de 11 meses, habían estado perdidos desde el 1 de mayo, cuando la aeronave en la que viajaban se estrelló debido a una falla mecánica.

Bajo la dirección de los militares, inicialmente, localizaron los cuerpos sin vida de las tres personas fallecidas, incluyendo al piloto y a la madre de los cuatro hermanos de la etnia huitoto.

Más de 100 soldados con perros siguieron el rastro de los niños y caminaron por la selva entre los departamentos sureños de Guaviare y Caquetá, donde quedó la avioneta con la parte frontal destruida.

El Ejército no ha comentado sobre el rescate.

La compañía Avianline Charters, propietaria de la aeronave accidentada, asegura que uno de sus pilotos en la zona de búsqueda fue informado sobre el hallazgo de los niños, quienes «estaban siendo transportados en una lancha río abajo y todos estaban vivos».

Los niños podrían estar a mitad de camino debido a las tormentas eléctricas en la zona que dificultan la navegación del río.

Durante las operaciones de rescate, los soldados encontraron un «refugio improvisado construido con palos y ramas», lo que hizo sospechar que al menos había un sobreviviente.

Unas tijeras, ligas para el cabello, zapatos, ropa y un biberón encontrados entre las ramas de la selva sirvieron como indicios para los uniformados.

Grandes árboles de hasta 40 metros, animales salvajes y fuertes lluvias dificultaron la búsqueda, en la que participaron hasta tres helicópteros que sobrevolaron la densa selva durante días.

Uno de los helicópteros llevaba un altavoz «capaz de cubrir un área de aproximadamente 1.500 metros» con un mensaje grabado por la abuela de los niños.

En lengua huitoto, la mujer les decía a sus nietos que los estaban buscando y les pedía que no avanzaran más en la selva.

Las autoridades no han informado sobre las razones del vuelo de la familia indígena. Según la prensa local, el séptimo pasajero era un líder de esa comunidad.

En esa región de difícil acceso por río y sin carreteras.

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