Al menos a 20 menores fueron detenidos durante 2020 por delitos violentos

La Policía desvela que el centro de ‘menas’ de Casa de Campo dispara los delitos en un 611%

La Policía vincula la apertura del centro con un incremento exponencial en el número de nuevos delitos en la zona

La Policía desvela que el centro de 'menas' de Casa de Campo dispara los delitos en un 611%
Los menas PD

Los ‘menas’ están convirtiendo a Casa de Campo en un “infierno”.

Los delitos violentos en la localidad se dispararon en un 611% respecto al mismo periodo del año anterior.

Es decir, si entre junio de 2019 y junio de 2020 se produjeron 104 asaltos y atracos, en los 12 meses anteriores solo se habían registrado 17. Es importante recordar que durante el confinamiento por el COVID-19 (entre el 15 de marzo y la mitad del mes de mayo) estaban cerrados los parques.

El peligroso incremento en el número de atracos y asaltos coincide con la apertura en abril de 2019 del centro de acogida de menores extranjeros no acompañados (menas) situado en el antiguo albergue juvenil Richard Schirrmann, un recinto gestionado por la Fundación Diagrama con 65 menas alojados.

Al menos una quincena de estos jóvenes magrebíes son una fuente continua de conflictos y son los que se dedican a cometer fechorías fuera y dentro del centro.

Aunque la Casa de Campo está situada en el distrito de Moncloa muchos de los delitos violentos se han denunciado en la comisaría de Latina, donde viven los vecinos del barrio de Batán que son los que más frecuentan el mayor parque de la capital.

Como consecuencia del más del centenar de denuncias se ha detenido a unos 20 menores en 2020, muchos de ellos reincidentes.

El SUP (Sindicato Unificado de Policía) vincula este exponencial crecimiento de los delitos violentos a la llegada de los menas a la zona.

La situación es tan tensa que hasta el propio Ayuntamiento de Madrid pidió a la Comunidad trasladar a los menas de la Casa de Campo.

El pasado mes de julio, la concejal de Moncloa, Loreto Sordo, envió una carta al consejero de Políticas Sociales solicitando derivarlos a «recursos habitacionales más adecuados» tras los robos y agresiones.

También los vecinos del Batán llevan meses denunciando que su tranquilo barrio es ahora un «lugar peligroso».

Un informe indica que la mayoría de los delitos violentos ocurridos en la Casa de Campo los cometen un grupo reducido de menores magrebíes que suelen asaltar a las víctimas con el procedimiento del mataleón.

Abordan a las personas por la espalda y las estrangulan, con los brazos en el cuello, hasta que pierden el conocimiento. En ese instante aprovechan para desvalijarles.

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