PETICIÓN DE MANO
Joya de mi existir, aguamarina en mi vida,
alba de mi alegría que amanece en persona,
aurora matinal desde el cielo, a mí, caída,
amada dicha hermosa como la dulce aurora,
por esposa te pido con esta palabra honda
que surge desde dentro del fondo de mi dicha.
Fui solamente un túnel hasta llegar tu boca.
Fui solamente un vaso sin agua hasta tu risa.
Seguro que no es ésta mi obra atinada y fina.
Seguro que no es ésta la de menores sombras.
Seguro que no es ésta la mejor poesía.
Pero sí es esta breve tonada temblorosa
mi petición de mano más pensada y escrita,
para pedirte en verso que aceptes ser mi esposa.
Juan Pablo Mañueco.