EIFFEL, de Martin Bourboulon

Bajo una sobria actuación de Roman Duris como el conocido ingeniero Gustave Eiffel, gira un mundo creativo y descorazonador de un hombre que luchó contra viento y agua del río Sena para poder llevar a cabo un proyecto que en principio era temporal, pero él, y solo él, quiso que fuese para siempre, remachando cada unión de hierro de la inigualable Torre Eiffel.

El film no deja indiferente a nadie, porque la historia es sumamente interesante, especialmente por los problemas que tuvo que sortear Eiffel para poder llevar a cabo el milagro tecnológico que se convirtió en el emblema eterno de París y en símbolo de `la france´. También es relevante la relación que tiene el ingeniero con sus propios obreros, con su hija y con una amante que hacía 20 años que no veía, y se cuela como aire entre sus dedos para enrevesar todavía más la vida y la obra de Gustave.

Técnicamente está excelentemente ambientada, con una iluminación bien trabajada y una dirección correcta de Martin Bourboulon. Resalto la brillante secuencia de la instalación del remache final que fundía la unión de las dos partes que conformaban el primer tramo de la Torre.

Si te gustan las historias imposibles, las personas con valor y el amor incontrolado de la juventud, vete a verla.

3½: ★★★½