Un deseo para 2011: que sea un año libertario en su pleno sentido de la palabra. ¡Que cada uno se atreva a ser como realmente es! Que se pudran los convencionalismos, disimulos, disfraces o máscaras. Que nadie tenga las santas narices para juzgar a personas, ideas o comportamientos. ¡¡Que se callen los hipócritas!! Que los notarios de las buenas costumbres y el recto camino no tengan la cara dura de “explicar” a los demás cómo han de ser. ¡¡Que vivan los valientes!! ¡¡Que vivan los que son tachados de transgresores, provocadores o crápulas porque sólo quieren vivir su propia vida!! Ojalá que, de una vez por todas, este año cada cuál reúna las fuerzas de amar como quiera amar y a quien quiera amar. Y que sea apoyado o, al menos, respetado por todos. En definitiva, que triunfen la autenticidad, la originalidad y la íntima verdad de cada uno de nosotros.
¡¡¡Libertarios del mundo, uníos!!!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA