Digan lo que digan los críticos del partido de Rosa Díez, UPyD ha revolucionado el panorama político. Y, lo mejor, haciendo lo que dijeron que iban a hacer. Es decir, sin hacer nada. Causando con ello el desconcierto y la incredulidad entre partidos y medios de comunicación.
Resulta hasta gracioso leer y escuchar las múltiples interpretaciones sobre lo que hará UPyD en los ayuntamientos en los que su voto puede decantar si el alcalde será del PP o el resultante de la suma de PSOE e IU. Unos y otros se preguntan sobre el “precio político” que les solicitan. Cuando éste ya era conocido desde antes de las elecciones: reforma de la Ley Electoral y que el Estado recupere las competencias en Educación. Un “precio” en clave nacional, con un mismo criterio para todos los “campos de batalla”.
Lo mejor ha sido que no hayan entrado las dudas y se haya reafirmado que no se va a entrar en ningún gobierno municipal. Lo mejor es que no se ha pedido a cambio ninguna consejería de Urbanismo; porque no se ha pedido nada a cambio… porque no se da nada. Lo mejor es que se insista en que se respetará el voto popular, gobernando el partido que más votos haya obtenido. Lo mejor han sido los dos principios añadidos y que no se habían planteado en la campaña: rechazar a los políticos imputados en causas penales y renunciar a los coches oficiales en el Ayuntamiento de Madrid. Esta última medida es más simbólica que otra cosa, pero ha tenido tres consecuencias: los ciudadanos han sabido que todos los concejales de la capital tenían coche oficial, éstos han quedado retratados y el alcalde Gallardón ya ha anunciado que recortará y reordenará su número. Con el consiguiente ahorro.
El partido de Rosa Díez ha demostrado que se pueden conseguir beneficios prácticos para el ciudadano sin estar en el Gobierno y ocupando un lugar minoritario en la Oposición. Basta tener coherencia y ganas de servir a los verdaderos dueños de la “cosa pública”. Para ello, muchas veces, no hace falta ni moverse.
PD. Hoy mismo, UPyD ha pedido que los concejales madrileños reduzcan un 10% su sueldo. PP, PSOE e IU, naturalmente, se han mostrado contrarios por el carácter «arbitrario y demagógico» de la propuesta. Es más, el dirigente de IU, Ángel Pérez, ha dicho que está «radicalmente en contra»… ¡Caramba!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
