En plena jornada de reflexión ante lo que considero las elecciones más importantes desde 1977 (por ser las primeras de la democracia) y las de 1982 (por significar la victoria del PSOE la consolidación definitiva del sistema), recupero con emoción la canción emblemática que supuso la banda sonora de un cambio hacia la reconciliación y la convivencia entre los españoles. ‘Habla, pueblo, habla’, que popularizó ‘Jarcha’ (aunque apuntan que es del grupo ‘Vino Tinto’) representa, como pocas, el sentimiento de libertad y responsabilidad por el que un pueblo asume su condición de conjunto de ciudadanos.

Estas elecciones son tan importantes porque, cada vez más, los ciudadanos pierden el sentido de la importancia de que vivamos en un sistema parlamentario de sufragio universal con total liberta de expresión. Parece que ya no se valora esto. Esto que jamás hemos disfrutado en la Historia de España. Entiendo perfectamente las justificadas críticas a los partidos mayoritarios, que en muchos aspectos han hecho de la democracia su particular campo de intereses. Pero no entiendo a quienes hablan de acabar con el sistema. ¿No se dan cuenta de que «el sistema», ese ente superior al que achacan todos los males posibles es, en España, una democracia por la que todos podemos elegir a quienes nos representan?

No, la abstención que reclaman no es la solución. La solución es pensar que hay políticos y partidos que reclaman una regeneración desde dentro, pues los hay. La solución es salir todos a votar. Cada uno a quien le dé la real gana. Porque para eso hay libertad. No dejemos que nos impongan un Gobierno desde fuera. No dejemos que nos gobierne nadie que no haya sido votado por los ciudadanos, como en Grecia o en Italia. No dejemos que la capital de España sea Berlín o Bruselas.

¡Habla, pueblo, habla!

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA