Estimado don José Mourinho: créalo o no, pero soy madridista y no soy nada mourinhista. Perdone la herejía, pero soy sincero. De hecho, y para muestra un botón, estos son algunos de los títulos de artículos en los que, en estos años, he opinado sobre el Real Madrid: ‘Porque soy madridista me avergüenzo de Mourinho’, ‘No reconozco al madridismo’, ‘Di Stéfano sí es la esencia del madridismo’, ‘¡Blasfemia! Mourinho dimisión!’, ¡Papá, ¿por qué somos del Madrid?’, ‘Mourinho es el dictador del Real Madrid’, ‘¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?’, ‘El Real Madrid es una puta’, ‘Mourinho no sabe lo que es el Real Madrid’, ‘Hoy me avergüenza ser madridista’ o ‘Mourinho ya sabe lo que es el Real Madrid’. Espero que no se haya asustado. Siempre he escrito desde la crítica constructiva. La misma que me lleva hoy a defenderle.
He escrito hasta la saciedad que usted es un buen entrenador, pero que no me compensan sus logros si es a costa de echar por tierra los valores del Real Madrid, entre ellos, la fidelidad a un estilo de juego atacante, el respeto al adversario y la caballerosidad. Así, en el tiempo que lleva en nuestro club, mis grandes disgustos han sido ante los numerosos planteamientos cicateros contra el Barça, sobre todo en el Bernabéu, y sus constantes quejas de los árbitros y críticas sin ton ni son a los rivales. Pero, en lo que va de temporada, he notado un cambio.
Y me gusta escribirlo justo ahora que ha empezado mal el curso y, con las primeras derrotas, arrecian las críticas. La gran mayoría de ellas injustas: ¡estamos en agosto! ¿Mis dos razones para la esperanza? Que ahora parece jugarle de tú a tú al todopoderoso Barça (¡podemos en la Supercopa!) y, para mí la principal, su nueva actitud: ha anunciado que no quiere hablar de los árbitros (lo que, por la experiencia y por tics innatos a su figura, pongo en cuarentena; aunque confío en la palabra dada) y ya sabe contestar a los rivales con fina ironía en vez de con estruendo y trueno.
La mejor muestra, su respuesta a Cruyff, quien dijo que usted no había sido nada como futbolista y que no podía llegar a nada sin confiar en la cantera. El gurú del Barça, gigante del fútbol en el césped y como entrenador, ya está bastante trasnochado como sempiterno mete-en-todos-los-charcos (¿por qué no dice nada de su entrenador, Tito Vilanova, y su discreta carrera como jugador, por otra parte, diga de todo respeto?), pero aun así obtuvo de su parte una afilada y hasta divertida vuelta de bola: “Ese señor ha sido campeón de Europa una vez con cuatro canteranos muy buenos como Koeman, Romario, Stoichkov y Laudrup. Cuatro canteranos muy buenos”. La verdad, me hizo gracia.
Ya le digo que no confío demasiado en que esta sea la tónica habitual de la temporada, pero, desde la crítica, no se me caen los anillos: así sí, señor Mourinho, así sí.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
