¿Irene Lozano defiende más que Carlos Martínez Gorriarán que Sanidad y Educación pasen a ser competencia estatal? ¿Rosa Díez empuja con más fuerza que Toni Cantó a la hora de clamar por una ley electoral que impulse la circunscripción nacional? ¿Álvaro Anchelo ha renunciado a menos privilegios a la hora de ostentar cargos políticos que Andrés Herzog? ¿Ignacio Prendes no reclama tanto como Gorka Maneiro que el Estado combata realmente las fiscalidades opacas? ¿Algún alto representante de UPyD no ha apoyado llevar a los chorizos de Bankia ante los tribunales?
Como creo que la respuesta a todas estas preguntas es un rotundo “no”, me pregunto: ¿y por qué ahora, en solo 48 horas, cada movimiento de según quién se mira con lupa a la hora de establecer bloques que parecen ya insoslayables? Entiendo la tensión, y yo soy el primero que, sin pertenecer a UPyD, opino acaloradamente desde la preocupación por lo que ocurre en un partido que considero absolutamente necesario para el devenir de España. Pero eso no puede llevar a que nadie se ciegue: unos creen que se erró al no fijar alianzas con Ciudadanos, otros que se peca de arrogancia y no se escucha a la militancia… Unos defienden que Rosa Díez, el alma de UPyD, se merece seguir siendo su cabeza electoral. Y otros piensan (pensamos, con pesar) que ya no se puede retrasar más la posibilidad de que otra persona pueda postularse para liderar el partido en unas primarias que deberían celebrarse ya, antes de las municipales y autonómicas de mayo. Aquí repito lo que he expresado muchas veces: el futuro de los magenta pasa por Irene Lozano. Debería ser ya el presente.
Todas esas son opiniones desde la buena fe, y al fin y al cabo hacen referencia a estrategias y personas. Lo esencial, la defensa de unas ideas equitativas, frescas y coherentes, es compartido por todos. Entonces, ¿para qué pelearse públicamente y con viles ataques personales? Diálogo sincero y a calzón quitado, todo. Puñaladas traperas, ninguna. Unidad, unidad, unidad.
La regeneración de la democracia en España pasa por UPyD. Algún día se comprobará, aunque no sea hoy. Porque hoy lo esencial es sobrevivir a un absurdo enfrentamiento. Esta noche oscura ha de pasar. Si no, todos lo lamentaremos.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
