De igual modo que la primera edición, la segunda entrega de ‘La isla de las tentaciones’ (Mediaset) se ha consolidado como el fenómeno televisivo de la temporada, arrastrando a sus grandes protagonistas a la cima mediática, tanto en la pequeña pantalla como en la órbita virtual. Y es que, en pocas semanas, los seis duplos que pusieron rumbo a República Dominicana para vivir una aventura inolvidable ya son grandes estrellas e influencers en toda regla.
Sin embargo, y aunque a nivel televisivo todos han adquirido una notoriedad similar, en redes sociales son las mujeres quienes más han destacado, pues sus perfiles no paran de sumar adeptos en forma de seguidores; en este sentido, no es de extrañar que infinidad de marcas se fijen en ellas para realizar acciones comerciales y llegar a acuerdos publicitarios beneficiosos para ambas partes. Pero, de entre todas ellas, sobresale una en particular, Hinsomnia, una exclusiva firma de moda enfocada a «formar parte de los momentos más especiales» en forma de vestido de fiesta. Y sobresale porque tres de las seis mujeres protagonistas, Inma Campano, Marta Peñate y Melyssa Pinto -Susana Molina también lo hizo en la primera edición-, optaron por vestir uno de sus diseños en el esperado reencuentro con sus respectivos tres meses después de la grabación que cambió sus vidas de forma definitiva.
«Las mujeres Hinsomnia se arriesgan, tienen ganas de comerse el mundo, son mujeres contemporáneas y sensuales, mujeres que valoran las prendas bien hechas y de máxima calidad con los métodos de siempre», explica a Periodista Digital Blanca Molina, fundadora de Hinsomnia y CCO de la compañía, al tiempo que incide en «el compromiso que tenemos con aquello que más amamos: la moda», un sector que, aunque acostumbra a moverse a una velocidad de vértigo, puede disfrutarse perfectamente «a un ritmo más pausado».
Blanca asegura que cada colección que Hinsomnia lanza -una de ellas está planteada por Estela Grande-, «tiene una historia», lo cual hace que todas sean «únicas e irrepetibles», logrando, por otro lado, «traducir emociones en prendas que las mujeres amen» y les hagan sentir cómodas y espléndidas.
«Para nosotros este reality es un canal único de difusión para que las mujeres puedan descubrir nuestras prendas, la calidad de nuestros tejidos, su caída y lo bien que sientan. Además, dada la situación tan complicada que estamos pasando las marcas -a causa de la emergencia sanitaria del coronavirus-, esto se convierte en una oportunidad única para hacer ruido, seguir creciendo, y mejorar a nivel conversión», agrega visiblemente agradecida con las jóvenes que han lucido lo que muchos ya tildan de obras de arte: sus diseños.
Pese a que Inma, Mata y Melyssa son perfiles muy diferentes, se han encontrado en el mismo punto estilístico y eso se debe, bajo el punto de vista de Blanca, a que «cuando llega el momento en el que una mujer tiene un flechazo con un vestido, no hay nada que se pueda interponer».
«Es cierto que cada mujer es única, pero cada una de ellas se ha sentido identificada con lo que somos… Se sentían seguras, poderosas y deslumbrantes con nuestros diseños«, concluye, no sin antes dejar de subrayar que «a nosotros nos ha hecho muy felices formar parte de todo el proceso», un proceso que continuará con «algunos proyectos que verán la luz muy pronto».
