Puede que el amor no sea ciego, como sostiene un viejo refrán, pero seguro que es corto de vista.
Quien lo dude, que le pregunte ahora a Muh.
El joven indonesio anda esta semana por la portadas de todos los periódicos del país, tras descubrir que la mujer con la que se había casado, Mita, era en realidad un hombre.
El disgusto llevó a Muh divorciarse dos días después del enlace y a denunciar lo ocurrido por «fraude».
El pardillo conoció a su expareja en mayo a través de Facebook.
Ambos hicieron buenas migas desde el primer momento, por lo que los sentimientos no tardaron en aflorar.
Al cabo de unas semanas, decidieron dar el paso y verse en persona, por lo que quedaron a tomar un café. Según cuenta Muh, de 31 años, nunca se percató de ningún detalle sospechoso, así que decidió pedirle matrimonio a Mita, de 25.
Los preparativos de la boda se desarrollaron con normalidad. Ambos conocieron a sus respectivas familias y, unos días más tarde, acudieron a la ciudad de Kediri, en Java Central (Indonesia), para contraer matrimonio.
Ningún presente en la ceremonia sospechó sobre la identidad de la joven, pero las dudas de Muh comenzaron a darse a partir de la noche de bodas, cuando intentó mantener relaciones sexuales con su mujer y esta se negó, lo que se repitió un día después.
Finalmente, no se sabe de qué manera el indonesio descubrió que su pareja era un hombre.
Cuando Muh supo la verdad, su compañera ya se había marchado.
De este modo, a los dos días decidió divorciarse y denunciar a la falsa novia en comisaría por «fraude».
La policía localizó y arrestó al joven, cuyo nombre real es Adi.