A la hora del crepúsculo, cuando algunos tripulantes dormían ya y el resto eran incapaces de distinguir los sonidos del peligro, doce geos de la Policía Nacional subieron al desvencijado mercante «SV Nikolay».
Los acababa de dejar un buque de la Armada a una distancia de seguridad y desde ahí los agentes se aproximaron en lanchas. Estaban a 50 millas de Cádiz, cerca de la línea de tráfico con el Estrecho, y ese era el momento de abordar el barco.
Como explica Cruz Morcillo en ‘ABC’, ese o ninguno, porque ayer mismo los narcos tenían previsto desembarcar la droga frente a las costas de Muxía (La Coruña).
El navío transportaba 108 fardos, el que menos con 25 kilos de cocaína de gran pureza en una panza de la proa, la sala de maromas, listos para que una grúa los cargara y los alijara. Es el mayor golpe a los narcos de este año: más de tres toneladas de cocaína, unos cien millones de euros ensuciando el mercado europeo.
El mercante solo llevaba droga, sin camuflar en otra carga, y ese detalle evidencia la gran confianza que sus dueños, la pareja de hermanos colombianos V. G., tenían en el éxito del negocio.
Un sargento de la Guardia Civil, que estuvo destinado en Corcubión y ahora lo estaba en Estella (Navarra), les había garantizado que tenían vía libre para alijar frente a Muxía.
Años de sospecha
Era el aval y la pieza más importante de la operación «Espartana», según los investigadores; el jefe del grupo en la sombra. Llevaban años detrás de él, con la sospecha de que dirigía una organización de transportistas gallegos. Él se jactaba de que «controlaba» a personal de Aduanas y del Instituto Armado. Hasta ahora nunca se había podido demostrar, pese a su llamativo patrimonio.
El sargento José A. O. ha sido detenido en Galicia, junto a otros tres gallegos. Eran quienes se iban a ocupar de trasladar la cocaína a tierra y ocultarla en una caleta segura hasta entregarla a los V. G.
La Policía Nacional ha interceptado un barco mercante cargado con una importante cantidad de cocaína a 50 millas de la costa de Cádiz en una operación en la que también ha detenido a 31 personas pertenecientes a una organización internacional afincada en España.
La sustancia estupefaciente había sido cargada en Sudamérica y su destino era la costa gallega, desde donde se transportaría hasta Madrid.
Los GEOS abordaron el buque mercante en alta mar antes de que la droga fuese entregada al navío controlado desde Galicia.
Entre los arrestados durante la operación figura el grupo colombiano y gallego encargado del transporte y venta de la mercancía, así como los transportistas búlgaros.