La Unesco incluye dos nuevos destinos checos en la Lista de Patrimonio Mundial

La Unesco incluye dos nuevos destinos checos en la Lista de Patrimonio Mundial

Dos de las nuevas declaraciones de Patrimonio de la Humanidad se encuentran en República Checa. Con estas, ya dispone de 14 lugares o monumentos reconocidos en la prestigiosa lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, además de 5 inscripciones en el apartado de Patrimonio Cultural Inmaterial y un Geoparque.

La última reunión del Comité de la Unesco del pasado 6 de julio ha acordado incluir siete nuevos lugares en la prestigiosa Lista de Patrimonio Mundial; entre ellos, dos se encuentran en República Checa. Con estas incorporaciones, Chequia ya cuenta con 14 sitios que merecen el estatus de Patrimonio de la Humanidad y la consiguiente protección como lugares únicos en el mundo.

Estos dos nuevos registros, ‘El paisaje de cría y doma de los caballos ceremoniales de Kladruby nad Labem’ y “La Región minera de Krušnohoří / Erzgebirge’, se encuentran en la Región de Bohemia. Ambos son, sin duda, un aliciente añadido para viajar a Chequia y descubrir las razones que justifican dicha protección por una entidad como la Unesco.

Las caballerizas de Kladruby nad Labem y su entorno

La primera de ellas es el ‘Paisaje de cría y entrenamiento de los caballos ceremoniales y de carruajes de Kladruby nad Labem’. Situada en las llanuras del Elba, el área que la institución ha decidido proteger está formada por campos, terrenos arenosos, bosques, cercados e instalaciones construidas específicamente para la crianza, la doma y el entrenamiento de los kladrubers. Esta raza de caballos, la más antigua de origen checo, se ha criado en Kladruby nad Labem desde hace más de 400 años.

Se tiene constancia de que los Habsburgo ya tenían en 1579 las caballerizas imperiales en este lugar. Lo más singular de esta raza de elegantes equinos blancos es que fue creada ad hoc para tirar de los carruajes de dicha corte. La alta jerarquía eclesiástica también los empleaba pero de color negro, ya que los blancos se reservaban a miembros de la nobleza. Debido a esta actividad continuada se ha convertido en una de las principales instituciones europeas en crianza de caballos.

Actualmente, esta yeguada sigue en activo, está abierta al público y organiza diversas exhibiciones, carreras y concursos. Los caballos también suelen estar presentes acompañando la competición ecuestre ‘La Gran Steeplechase de Pardubice’.

Kladruby nad Labem se encuentra a solo 100 km de Praga, una escapada que merece la pena contemplar en un viaje a este país.

La Región minera de Krušnohoří / Erzgebirge

La segunda inscripción de la Unesco también se localiza en Bohemia, exactamente en el noroeste del país, en la frontera checo-alemana. La Región de Krušnohoří / Erzgebirge, también conocida como ‘Montes Metalíferos, es una zona célebre por su riqueza minera desde la Edad Media. De hecho, entre 1460 y 1560, en este lugar se situaba el yacimiento de plata más importante de Europa. Tras este metal, se extrajo estaño y después, uranio. Este último convirtió a la región en una de sus grandes productoras mundiales a finales del siglo XIX. Por lo tanto, esta región es el fiel reflejo de un paisaje moldeado por la minería durante más de 800 años. Entre el siglo XII y el XX, se implantaron en este lugar innovadores sistemas de gestión del agua, de procesamiento y de fundición. Todo ello ha sido valorado por la Unesco para su reciente nombramiento.

Fue tal la relevancia de la plata de los Montes Metalíferos que una moneda de este metal acuñada en Bohemia, llamada el thaler (o tálero) de Jachymov, estuvo en circulación durante tres siglos en Europa. Curiosamente, del plateado “real de a Ocho” (o dólar español) deriva el nombre del actual dólar estadounidense. Y la extracción de uranio tampoco fue algo baladí, ya que las minas de Krušnohoří tuvieron el monopolio mundial en la producción de radio (Pierre y Marie Curie lograron aislar el polonio y el radio de la materia prima) hasta la Primera Guerra Mundial. Es más, a principios del siglo XX, el agua radiactiva de las minas se usaba, asimismo, para tratar problemas musculo-esqueléticos con muy buenos resultados.

Ocho siglos de historia en los que la explotación minera ha ido en paralelo al desarrollo de técnicas, investigación e innovación en tecnología minera y metalúrgica que le han permitido seguir en activo y extender su conocimiento por todo el mundo.
Esta es una visita poco convencional pero muy atractiva en la que se puede profundizar en el sector minero y visitar las minas, que están abiertas al público, y de paso darnos un baño de curativo radón.
Y doce maravillas más…

Estas dos incorporaciones se suman a una docena más que han sido declaradas de forma paulatina desde 1991, fecha en la que la República Checa ratificó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y Natural. En un país de estas dimensiones es un gran récord, ya que supone casi el doble del promedio mundial. A todo ello, también hay que sumar otras cinco declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial: el carnaval, los títeres, la cetrería, la cabalgata de los Reyes y la danza masculina Verbuňk. Y los amantes de la naturaleza también tienen cita en el Paraíso de Bohemia, declarado Geoparque por la misma entidad.

En un recorrido por Chequia marcado por la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco es conveniente contemplar las siguientes visitas:

• La Villa Tugendhat de Brno.

• El casco histórico de Český Krumlov.

• Las viviendas y los graneros medievales de Holašovice.

• Los jardines y el palacio de Kroměříž.

• Kutná Hora, por su singularidad histórica.

• El magnífico palacio renacentista de Litomyšl, con más de 8.000 dibujos esgrafiados.

• La columna de la Trinidad de Olomouc.

• El centro histórico de Praga.

• El recinto de Lednice-Valtice, con un palacio romántico y una pequeña ciudad.

• El centro histórico rodeado de estanques y murallas de Telč.

• El barrio judío y la basílica de San Procopio, en Třebíč.

• La iglesia de peregrinación de San Juan Nepomuceno, en Žďár nad Sázavou.

Las nuevas inscripciones de lugares y monumentos checos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco nos ofrecen una excusa perfecta para realizar una ruta por República Checa. Definitivamente, Chequia es uno de esos países que nunca se acaba de conocer.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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