Nuestros lectores saben que pueden, por intermedio de este Blog, leer articulos que tratan sobre temas que normalmente no aparecen escritos en la Prensa diaria. Este es uno de esos casos, y el «responsable» es Joel Gozansky, investigador en la INSS, dependiente de la Universidad de Tel Aviv.
«En mayo de 1981, firmaron los líderes de Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Omán la creacion de la «Convención de Cooperación del Golfo» (CCG), con el objetivo de aumentar «la coordinación, integración y relación entre los Estados miembros en todas las áreas». Aunque la seguridad militar es un elemento clave detrás de la creacion de esta organización, hasta ahora los Paises componentes no han podido presentar una posición unida en esta cuestión central, que afecta a su capacidad para hacer frente a las crecientes amenazas por parte de Irán.
El miedo a la revolución iraní, y a posibles influencias de una segunda guerra entre Irán – Irak a sus territorios llevó a los países del Golfo a la conclusion que deben hacer frente a amenazas regionales a través de la asociación entre ellas. Desde su creación, sus miembros actuaron más bien de manera pasiva, y por lo general se mantuvieron al margen de los esfuerzos para frenar a Irán en su marcha hacia la propiedad de armas nucleares. Sin embargo, la inestabilidad actual en este tema se eleva por encima de la superficie, y pueden ser identificadas nuevas estrategias de juego, y la adopcion de una postura más firme, lo que revivió esta alianza (GCC).
La entrada de «Dsara al Jazeera, las fuerzas de defensa aliadas en la GCC a Bahrein (junto con un paquete de ayuda economica que recibirán junto con Omán), tenía por objeto, más allá de la protección del régimen y de evitar la expansión de las manifestaciones a la población chií de Arabia Saudita, también para indicar que Bahrein es importante para la CCG, y aclarar que los Estados del CCG, «no son el Líbano o Irak». Irán a su vez, ha advertido de que el CCG esta «jugando con fuego» mediante el envío de tropas de lo que Iran denomina «ocupación», y envió activistas a las manifestaciones «espontáneas» frente a la embajada saudita en Teherán. En esas manifestaciones fueron arrojadas bombas molotov y hubo gritos de «Muerte a la familia real saudita.»
Otros centros de fricción fueron el descubrimiento de celulas de espionaje iraní en Kuwait y Bahrein (que devolvio a sus diplomáticos a Teherán y expulsó a los diplomáticos iraníes) y el envio de una carta firmada por los seis países al Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo texto es «poner fin a la interferencia iraní en los asuntos internos de los Estados del Golfo».
El príncipe Turki al Faisal, ex jefe del Servicio de Inteligencia Saudíta y embajador del reino en los Estados Unidos y Gran Bretaña, ha dicho que «…el GCC debe evitar que otros (es decir, Irán) quieran dictar su forma de acción … y que por primera vez desde su creación, el Consejo de Cooperación del Golfo debe volver a considerar y planear su estrategia». Por otra parte, en unas reuniones extraordinarias de abril y mayo, denunciaron los dirigentes de los países en forma pública y sin precedentes «la interferencia iraní en sus asuntos internos», y «las maquinaciones de Teherán contra su seguridad nacional».
Este no es un tema menor, ya que los Estados del CCG en su mayoría tienden a limitar las respuestas públicas en relación a Irán, ya que en el pasado no han presentado una política unificada sobre el asunto. Incluso fuera de los limites geograficos del Golfo, la asociación presento una mayor uniformidad y asertividad. Los seis países apoyaron la prohibicion de vuelo sobre Libia, y los Emiratos Árabes Unidos y Qatar mandaron aviones de combate a cumplir esa prohibicion, y participaron en los intentos de mediación intensiva en Yemen, en un intento de ayudar a la transferencia regulada de las riendas del poder del presidente Ali Abdullah Saleh, para llevar la estabilidad a ese Estado vecino.
A pesar que las preocupaciones sobre Irán son comunes, hasta ahora cada país ha adoptado una política diferente para contener las ambiciones de Irán. Qatar y Omán, por ejemplo, reconocen la gravedad de la amenaza que emana de Teherán, pero por una serie de razones preferieron apaciguar a Ian en lugar de enfrentarse con ella. Ahora, la cooperación entre los Paises de la GCC parece convertirse en mas importante que nunca a la luz de las crecientes amenazas y la incertidumbre en la región, y puede ser visto como la adopción de una política más firme.
En primer lugar, el Golfo Pérsico se encuentra en medio de una furibunda carrera de compra de armas convencionales, con énfasis en la adquisición de sistemas avanzados de aviones de ataque y de elementos de defensa (misiles), que se estima ascenderán a más de 120 mil millones de dólares en los próximos años. Esta situación surge de la necesidad de construir una respuesta ante el arsenal de misiles tierra – tierra Iranies cuando EEUU tiende a retirarse de la zona.
En segundo lugar, en los últimos años existe un «despertar nuclear» en el Golfo, cuyo motivo principal son las ambiciones nucleares de Irán, aunque por razones obvias, este despertar no fue acompañado por declaraciones públicas. Hasta ahora, los países del CCG han hecho avanzar sus programas nucleares en cooperación con los inspectores, y en conformidad con los convenios internacionales. Con este fin, algunos de esos Paises abandonaron la activación del proceso de reciclamiento del combustible nuclear en sus territorios, lo que puede ser un modelo alternativo al de Irán. Esta iniciativa está dirigida principalmente a señalar que los países del CCG pueden (incluso si no están necesariamente interesados en ello en esta etapa) desarrollar programas nucleares como un contrapeso al programa nuclear de Irán. A pesar de que podrían estar implicados en esa politica tambien consideraciones de prestigio y de modernización, es posible verla como una respuesta simbólica a Irán: «Nosotros también somos capaces»
En tercer lugar, los Estados del CCG han declarado su intención de fortalecer la fuerza militar conjunta:»Dara Al Jazeera». Según los planes anunciados recientemente, el papel principal de la fuerza de defensa es «dar una respuesta general a las amenazas de seguridad en el Golfo». A pesar de su relativa debilidad, la fuerza de protección tuvieron una serie de éxitos: el establecimiento de una sede conjunta con una direccion permanente, ejercicios conjuntos de capacitación y despliegue en algunos lugares, el último de los cuales el nombrado Bahrein, diseñado para enfrentar – por primera vez – una amenaza interna.
En cuarto lugar, la «primavera árabe» empuja los países del CCG a «fortalecer» a los regímenes contra los riesgos potenciales, y reforzar su legitimidad. En las últimas semanas, se anunció que Arabia Saudita, en muchos sentidos la fuerza impulsora detrás de la GCC, piensa invitar a Jordania y Marruecos, también monarquías pro – occidentales conservadoras a adherirse a la Alianza. El proceso se espera que sea gradual y tiene ciertas dificultades por delante, pero es un refuerzo muy importante del bloque, especialmente en temas de seguridad, conviertiendolo de una organizacion sub – regiónal, en regional.
Los países del CCG pueden hacer más en contra de Irán, como profundizar el bloqueo de una mayor proporción del comercio ilegal de Irán, o aumentar la tasa de producción de petróleo en caso de futuras crisis con Irán y sus mercados petroleros. En cualquier caso, los Estados del CCG necesitan aumentar su futura seguridad recibiendo mas proteccion (que no esta asegurada) de EEUU.
Los ultimos 30 años indican que, dado el aumento de las amenazas externas, las tensiones entre los Estados del CCG disminuyen, y la cooperación entre ellos es profundizada. Esto es cierto tambien hoy en día, en una situación en la que los gobiernos comprendan que si quieren mantener la legitimidad de las casas reales, deben hacer un esfuerzo concertado para renunciar a sus diferencias y presentar un frente unido en estas cuestiones críticas. Aunque nadie puede ignorar los logros de los últimos treinta años, sobre todo en comparación con otros ejemplos de cooperación entre Paises Arabes, pero ese ritmo de coordinación política y cooperación no es tan alto como en otros temas.
La riqueza inmaginable, y la debilidad básica de los regímenes, junto a las amenazas tradicionales, ha empujado a que cuestiones como la seguridad energética, abastecimiento de agua, la tasa de trabajadores extranjeros y los jóvenes en la población son vistos cada vez más como una posible amenaza a la estabilidad de los regimenes – lo que convierte en mayor la necesidad de adoptar una política común y una posición más firme con el fin de fortalecer la contribución de la organización de seguridad regional en este momento crítico.»
A pesar que la palabra Israel no figura ni una sola vez en el articulo, lo que suceda en la zona del Golfo es importantisimo para mi Pais. Primero porque esos Paises son limitrofes con Iran. Segundo, porque por ese Golfo pasa la mayor parte del petroleo mundial. Tercero (pero no menos importante…) porque el hecho que no existen «exigencias territoriales de un lado para con el otro…» entre Israel y estos Paises, los convierte en duenios de mucho potencial a firmar (cuando las relaciones entre Israel y el Mundo Musulman/Arabe se tranquilicen) acuerdos de relaciones diplomaticas con Israel.
P.D. Por razones «veraniegas» mi posibilidad de responder a vuestros comentarios no sera continua, durante varias semanas. Mil perdones…Shimshon.
