La administración Biden sobre una zona libre de armas de destrucción masiva en el Medio Oriente: implicaciones para Israel

La administración de Biden deberá definir su posición sobre el establecimiento de una zona libre de armas de destrucción masiva en el Medio Oriente antes de la decimoquinta Conferencia de Revisión (RevCon) del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) programada para agosto de 2021. Esta es una cuestión delicada que podría enfrentar una vez más a Israel contra Estados Unidos, en vista del apoyo de anteriores administraciones demócratas a las resoluciones para avanzar en el tema. A medida que se acerca la RevCon, Israel debe coordinar sus posiciones con los EE. UU. En el marco de un diálogo estratégico, para evitar cualquier crisis, al tiempo que alienta a la nueva administración a reconocer el documento oficial de la administración Trump de 2018, que respalda la política de Israel. Sobre la base de la experiencia pasada, así como de los nuevos desarrollos en las relaciones entre Israel y los estados del Golfo, Israel podría proponer un mecanismo para un diálogo de seguridad regional que sea integral en términos de participantes y temas a discutir.
En un discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich (19 de febrero de 2021), el presidente Joe Biden se refirió al riesgo de la proliferación global de armas nucleares como uno de los temas centrales de su administración, y destacó la necesidad de diplomacia y cooperación en este tema. a nivel internacional. El primer documento oficial de la Casa Blanca (4 de marzo de 2021), titulado “Orientación estratégica de seguridad nacional provisional”, define las armas nucleares como una amenaza existencial que debe ser contrarrestada por un liderazgo estadounidense renovado.

En este contexto, la administración se enfrenta a dos desafíos serios: Irán y Corea del Norte. Ambos serán discutidos, junto con temas relacionados con el desarme nuclear, en esa XV Conferencia de Revisión (RevCon) del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que está programada para agosto de 2021. Además, la cuestión de un Medio Oriente y la zona libre de armas de destrucción masiva (WMDFZ) probablemente se planteará para su discusión y, por lo tanto, antes de la Conferencia, la administración tendrá que formular su posición sobre el tema.

 

La cuestión de establecer una WMDFZ en el Medio Oriente podría una vez más enfrentar a Israel contra Estados Unidos, en vista del apoyo de anteriores administraciones demócratas a las resoluciones antiisraelíes sobre el tema. El presidente Bill Clinton apoyó el documento final de la RevCon del TNP en 1995 con una resolución (presentada por Egipto) para una zona libre de armas nucleares y armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, una propuesta que desde entonces se ha convertido en un elemento permanente en la agenda de las conferencias. , que se celebra cada cinco años. En 2000, la misma administración aceptó una demanda de la Liga Árabe de señalar a Israel para su inclusión en el texto de la resolución. En la RevCon del TNP de 2010, en vista de la demanda árabe de pasos prácticos para promover el tema, el presidente Barack Obama acordó apoyar la propuesta del documento final que pidio una conferencia en 2012 para discutir la implementación de la resolución sobre el Medio Oriente.

Tan pronto como se aprobó la resolución en 2010, el entonces director de la Dirección Nacional de Información de Israel, Nir Hefetz, respondió en nombre del primer ministro Benjamin Netanyahu que “La posición del gobierno israelí es que esta resolución es fundamentalmente defectuosa y está manchada de hipocresía. La resolución ignora la realidad de Oriente Medio y las amenazas reales para la región y el mundo entero, y se centra en Israel, la única democracia en Oriente Medio y el único país del mundo que enfrenta amenazas de destrucción. Por otro lado, Irán, que viola el Tratado de No Proliferación Nuclear y declara abiertamente su esperanza de borrar a Israel de la faz de la tierra, ni siquiera se menciona en la resolución. Como Israel no ha firmado el TNP, no está obligado por las resoluciones de la RevCon, y la conferencia no es una fuente de autoridad para Israel. En vista de la naturaleza distorsionada de esta resolución, Israel no participará en su implementación ”.

Sin embargo, a pesar del decidido anuncio de Israel de que no sería parte de la implementación de la resolución, después de que la ONU nombró al embajador finlandés Jaakko Laajava como facilitador, el primer ministro Netanyahu empoderó a los diplomáticos que se ocupan del tema para que adopten un enfoque diferente e inesperado. . En lugar de boicotear el proceso, se les autorizó a reunirse con el facilitador finlandés e incluso proponer un formato de cooperación, basado en los siguientes principios:

 

Un diálogo regional directo bajo los auspicios y con la participación de representantes de los países de Oriente Medio (y no bajo los auspicios de la ONU o de cualquier otro marco internacional).

El diálogo incluirá discusiones sobre temas generales de seguridad y no será un marco para las negociaciones sobre un tema específico.

Cualquier decisión debe basarse en el consenso de todos y no en la mayoría de los participantes.

Algunos de estos principios se formularon en la década de 1990 como parte de las discusiones del grupo de trabajo sobre Control de Armas y Seguridad Regional (ACRS). Israel presentó estos principios que le permitieron participar en el proceso, pero aclaró que también eran líneas rojas, y cualquier desviación de ellos no le permitiría continuar en este proceso.

El facilitador finlandés acordó aceptar estos principios, lo que llevó al aplazamiento de la conferencia bajo los auspicios de la ONU en 2012, seguida de cinco rondas de conversaciones «bajo el marco israelí». Celebradas entre octubre de 2013 y junio de 2014 principalmente en la ciudad de Glion en Suiza, las conversaciones contaron con la participación de representantes de Israel y de unos 15 países de Oriente Medio. A la reunión de octubre de 2013 también asistieron representantes de Irán.

Al igual que en las conversaciones de ACRS, Egipto y la Liga Árabe una vez más se abstuvieron de comprometerse con el «intercambio positivo» de Israel y decidieron detener el proceso. En consecuencia, Israel fue percibido por Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia como la parte positiva que promovió un proceso de diálogo y obtuvo su apoyo, mientras que Egipto y la Liga Árabe quedaron aislados. En la RevCon de 2015, Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá se pronunciaron públicamente contra Egipto y se negaron a apoyar una nueva resolución contra Israel.

La administración de Donald Trump adoptó los principios israelíes presentados en el proceso Glion. En la reunión preparatoria de 2018 para la RevCon, Estados Unidos presentó un documento de posición oficial que decía que “lamentablemente, los esfuerzos para salvar la diferencia de opiniones se suspendieron a principios de 2015 después de que el Comité de Altos Funcionarios de la Liga Árabe rechazara múltiples invitaciones y solicitudes de fechas de el Facilitador a más rondas de consultas «. El documento afirma que la continuación del proceso es responsabilidad total de los países de la región, sin auspicios internacionales como la conferencia del TNP, y debe incluir la discusión de temas más amplios de seguridad regional y el reconocimiento del principio de consenso. El documento también establece que para que el proceso tenga éxito, los países de la región deben generar confianza a través del diálogo regional directo con el reconocimiento de las preocupaciones de seguridad de cada país y el reconocimiento de Israel como un estado soberano.

En protesta contra la posición de Estados Unidos, ese mismo año los estados árabes iniciaron una resolución en la ONU (Resolución A / 73/546, 22 de diciembre de 2018), que llamaba a convocar una conferencia para establecer una zona de Oriente Medio libre de armas nucleares y otras Armas de destrucción masiva. La resolución, que pedía al Secretario General de la ONU que convocara una conferencia anual hasta que se alcanzara un acuerdo vinculante sobre el establecimiento de la zona libre de armas, fue aprobada con el apoyo de 88 países, entre ellos Rusia y China, oposición de 4 países (Estados Unidos , Israel, Liberia y Micronesia) y 75 abstenciones, incluidos todos los miembros de la Unión Europea. Después de que se aprobó la resolución, Israel anunció que, dado que la conferencia era contraria al concepto de seguridad regional y al principio de consenso, Israel no apoyaría ninguna resolución de la ONU relativa a una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente y no participaría en eventos regionales sobre este tema.

 

La primera conferencia, basada en la resolución de los estados árabes, se celebró en noviembre de 2019, sin participación estadounidense o israelí. La segunda conferencia se celebrará a finales de 2021. Antes de la próxima RevCon, Estados Unidos tendrá que exponer su posición sobre el tema de una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Medio. ¿Adoptará la misma línea tomada por la administración Trump, y antes de eso, por la administración Obama en la RevCon 2015?

En las últimas décadas, las administraciones demócratas en los Estados Unidos han tendido a buscar una posición de compromiso sobre el tema nuclear en el Medio Oriente, que sería aceptable para los estados árabes y mantendría el consenso entre los signatarios del TNP. El cambio más significativo en el período actual es la resolución aprobada en 2018 para convocar una conferencia anual en la ONU. Esta resolución cambió efectivamente las reglas del juego, al crear un mecanismo para permitir un compromiso a largo plazo con el tema de una zona libre de armas regional bajo los auspicios de la ONU. ¿Será esto suficiente para eliminar el tema de la agenda de la Conferencia de Revisión del TNP? En este momento no está claro cómo Egipto y la Liga Árabe pretenden actuar en la próxima RevCon. Algunos creen que habiendo obtenido el mecanismo para convocar la conferencia, se sentirán cómodos con la mención del tema en el documento final.

Como parte de los preparativos de la RevCon (suponiendo que se lleve a cabo en agosto), la administración estadounidense presumiblemente preparará su posición sobre el tema de la zona libre de armas. Israel haría bien en promover un diálogo íntimo con la administración estadounidense sobre este tema, separado del problema nuclear iraní, para comprender su política y coordinar posiciones, evitando al mismo tiempo la confrontación bilateral sobre cada uno de estos dos temas sensibles. Israel debe alentar a la nueva administración a adoptar el documento de posición oficial de EE. UU. de 2018, mediante el cual Estados Unidos debe aclarar que no tiene la intención de participar en la conferencia anunciada por la ONU en 2018 en contra de su posición y en contra de los parámetros acordados por los países de la región. Una vez más, después de la coordinación con los Estados Unidos y más tarde también con los estados del Golfo, Israel debería proponer una iniciativa que incluya un marco para el diálogo regional directo sobre una amplia gama de temas de seguridad, que sea inclusivo para todos los participantes y comprensivo en términos. de temas (armas convencionales y no convencionales).

Una iniciativa israelí de este tipo ayudaría a presentar una narrativa israelí sobre cuestiones de seguridad regional y la propagación de las armas de destrucción masiva en el Medio Oriente, en contra del llamado árabe para la continuación de las medidas multilaterales contra Israel, incluso bajo los auspicios de la ONU. Una diferencia sustancial entre hoy y la atmósfera de los noventa, así como durante las reuniones de Glion, es el proceso de normalización regional que comenzó el año pasado, mediante el cual Israel ha establecido relaciones diplomáticas oficiales con varios estados árabes, particularmente los estados del Golfo. En este contexto, Israel debe esforzarse por promover una iniciativa regional para conversaciones directas entre los países sobre temas de seguridad regional, y para frenar la demanda egipcia de que continúen las conferencias que se centran en Israel y no presentan el problema real de inestabilidad en el Medio Oriente, es decir, Irán y su actividad subversiva contra varios países de la región.

 

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Autor

Shimshon Zamir

Nacido en Argentina. Vive en Israel desde 1972. Casado... tres hijas... 8 nietos. Trabajó 30 años en la industria Química Israelí, hoy pensionado. Graduado en Sociología.

Shimshon Zamir

Nacido en Argentina. Vive en Israel desde 1972.
Casado... tres hijas... 8 nietos.
Trabajó 30 años en la industria Química Israelí, hoy pensionado.
Graduado en Sociología.

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