Si bien la comunidad internacional y los medios continúan condenando a Israel día tras día por una serie de acciones, incluida la demolición de casas construidas sin los permisos adecuados, nadie parece estar interesado en las continuas violaciones de derechos humanos contra los palestinos por parte del grupo islamista palestino. Hamás.
Las Naciones Unidas y muchos periodistas extranjeros están tan obsesionados con Israel que no han prestado atención al último crimen cometido por Hamas contra los residentes de la aldea beduina de Umm al-Nasr en el norte de la Franja de Gaza. La aldea se estableció hace casi 80 años, mucho antes de que se fundara Hamás en 1988.
El 9 de junio, cientos de agentes de seguridad de Hamas allanaron la aldea para destruir varias casas, como parte del intento del grupo terrorista de desalojar a los residentes del área. Hamás afirma que la aldea se construyó ilegalmente en terrenos «de propiedad estatal».
La redada en la aldea, la primera de este tipo desde la toma violenta de la Franja de Gaza por Hamas en 2007, provocó enfrentamientos entre los residentes y los oficiales. Los vecinos arrojaron piedras a los agentes, quienes respondieron disparando munición real contra los manifestantes.
Al menos 25 aldeanos resultaron heridos durante los enfrentamientos, ocho de ellos por disparos. Fuentes en la Franja de Gaza dijeron que al menos un oficial de Hamas resultó herido.
Después de los violentos enfrentamientos, las fuerzas de seguridad de Hamas arrestaron a 85 aldeanos.
La redada en la aldea se produjo después de que la Autoridad de Tierras controlada por Hamas en la Franja de Gaza dictaminara que los residentes debían ser evacuados porque habían construido sus casas en tierras «de propiedad estatal». Emad al-Baz, jefe de la Autoridad de Tierras, acusó a los aldeanos de «transgresión» en la tierra en disputa.
Fuentes en la Franja de Gaza dijeron que hay 28 aldeas más programadas para la demolición de Hamas con el pretexto de que fueron construidas ilegalmente en tierras públicas.
Yahya Abu Thariyeh, un residente de Umm al-Nasr, dijo que decenas de oficiales de Hamás vestidos de uniforme y de civil que allanaron la aldea lograron demoler una casa antes de que estallaran allí los enfrentamientos violentos. Acusó a los oficiales de Hamas de usar fuerza excesiva y allanar varias casas sin una orden judicial, intimidando a los residentes, incluidas mujeres y niños discapacitados. «Las fuerzas de seguridad de Hamás impidieron que las ambulancias entraran en la aldea», relató Abu Thariyeh.
«Aunque las fuerzas de seguridad [de Hamás] trajeron una ambulancia, su equipo se negó a proporcionar tratamiento médico a los heridos. Por eso tuvimos que llevar a los heridos al hospital en nuestros coches».
La Comisión Independiente Palestina de Derechos Humanos (CIDH) dijo que ve con gran preocupación los eventos que tuvieron lugar en la aldea de Umm al-Nasr, «que provocaron heridas a varios ciudadanos y daños a varias casas». »
El grupo de derechos humanos reveló que miembros del ala militar de Hamas, Ezaddin al-Qassam, participaron en el ataque a la aldea. La fuerza también asaltó varias casas en el pueblo y arrestó a 40 civiles, según la CIDH.
Una investigación realizada por el grupo de derechos humanos concluyó que el personal de seguridad de Hamás hizo un uso excesivo de la fuerza durante los enfrentamientos con los aldeanos.
El grupo enfatizó que no es aceptable que los oficiales de Hamas vestidos de civil participen en tales redadas.
ICHR pidió la liberación inmediata de todos los detenidos y el inicio de una investigación sobre las acciones de las fuerzas de seguridad de Hamas. También pidió que se responsabilice al personal de seguridad que disparó y dio instrucciones para enfrentar el incidente de manera violenta.
Mientras la comunidad internacional permanece en silencio ante este último ataque de Hamás contra su propio pueblo, muchos palestinos han denunciado al grupo terrorista.
Hussein Hamayel, un alto funcionario de la facción Fatah de la Autoridad Palestina, condenó la incursión en la aldea como un «crimen». Acusó a los líderes de Hamas de tratar de apoderarse de tierras en la Franja de Gaza y dividirlas entre ellos y sus leales. “Las acciones de Hamas están agravando las crisis humanitarias y sociales en la Franja de Gaza”, dijo Hamayel.
El periodista palestino Hisham Sakallah señaló que “la violencia y la opresión perpetradas contra los aldeanos beduinos reflejan una pequeña parte de lo que sucedió hace 16 años cuando Hamás llevó a cabo un golpe de Estado contra la Autoridad Palestina y tomó el control de la Franja de Gaza.
Sakallah se refería a los violentos enfrentamientos que estallaron en la Franja de Gaza en 2007, durante los cuales hombres de Hamas ejecutaron a rivales de Fatah, volaron casas y arrastraron el cuerpo de un alto miembro de Fatah por las calles. También arrojaron a pistoleros de Fatah desde los techos de edificios altos.
Sakallah elogió a los usuarios de las redes sociales por arrojar luz sobre los crímenes de Hamas contra los residentes de Umm al-Nasr. “Lo que más me molestó y me provocó fue que los voceros oficiales de Hamas no emitieron declaraciones”, remarcó.
Un residente anónimo de Umm al-Nasr fue citado diciendo:
“Lo que sucedió es un ataque bárbaro y brutal de Hamás-iraní contra la gente pobre de la Franja de Gaza, que ha sido muy paciente con los asesinatos, la pobreza y el hambre resultantes de las políticas de Hamás. La gente de la Franja de Gaza ha pagado con su sangre como resultado de las políticas y prácticas de Hamás».
El escritor egipcio Ali Rajab señaló la hipocresía de Hamas al tratar sobre las comunidades beduinas en Israel y la Franja de Gaza. Rajab dijo que si bien Hamas ha estado tratando de presentarse como el defensor de los ciudadanos beduinos de Israel, está atacando a los beduinos que viven bajo su control en la Franja de Gaza al demoler sus hogares y confiscar sus tierras.
Muchos palestinos consideran que los continuos esfuerzos de Hamas para arrasar aldeas enteras en la Franja de Gaza son el grupo terrorista que refuerza su control sobre el enclave costero, hogar de unos dos millones de palestinos. Muchos palestinos también lo ven como parte de la corrupción generalizada en Hamas, cuyos líderes quieren apoderarse de tierras para su uso personal.
«Hamas está tratando de controlar todas las tierras públicas en la Franja de Gaza», dijo Mahmoud al-Zaq, secretario general de la Comisión Nacional de Trabajo en la Franja de Gaza. «Hamas quiere las tierras para llevar a cabo sus propios proyectos. Estas tierras, sin embargo, deberían destinarse a la construcción de hospitales para los palestinos».
Las prácticas de Hamas contra los palestinos no sorprenden a muchos palestinos, especialmente a aquellos que han estado viviendo bajo su régimen represivo en la Franja de Gaza desde 2007. Sin embargo, lo que sigue sorprendiendo a muchos palestinos es el continuo silencio de la comunidad internacional. , grupos de derechos humanos, las Naciones Unidas y muchas organizaciones de los principales medios de comunicación hacia los crímenes de Hamas.
Si Israel hubiera llevado a cabo la redada en la aldea beduina en la Franja de Gaza, habríamos visto decenas de periodistas extranjeros y las Naciones Unidas apresurarse al área para informar sobre los «crímenes» israelíes y la «limpieza étnica».
Los residentes del pueblo son desafortunados: son palestinos que fueron atacados por un gobierno palestino y fuerzas de seguridad palestinas. Es poco probable que los medios internacionales, cuyos representantes a menudo informan sobre la demolición de casas ilegales por parte de Israel, informen sobre la difícil situación de los aldeanos de Umm al-Nasr porque esta es una historia que carece de un ángulo antiisraelí: ningún judío estuvo involucrado en el ataque a la aldea en la Franja de Gaza.
Los periodistas extranjeros y las organizaciones de derechos humanos que continúan ignorando tales prácticas opresivas de Hamas están cometiendo una gran injusticia con los palestinos que viven en la Franja de Gaza.
Al hacerse de la vista gorda ante las atrocidades de Hamas, los periodistas y las organizaciones de derechos humanos una vez más están incurriendo en un peligroso doble rasero. Su obsesión con Israel permite que Hamás persista en cometer crímenes violentos contra los palestinos sin recibir una cobertura mediática negativa, y mucho menos responsabilizarse por saquear y devastar a las comunidades palestinas.
