El articulo fue escrito por ORIT PERLOV y publicado por la INSS (Centro de investigacion de Seguridad) dependiente de la Universidad de Tel Aviv.
P.D. Destacare que a pesar de la publicacion del articulo de Perlov, tengo varios punto de discusion con sus recomendaciones.
«En los últimos meses, ha aumentado el alcance del uso de armas de fuego contra las fuerzas de las FDI (Fuerzas de Seguridad de ISRAEL) en las ciudades palestinas de Cisjordania en tiroteos y ataques. Los disparos son perpetrados principalmente por jóvenes palestinos, incluidos agentes de Fatah, y el fenómeno refleja el caos dentro de los territorios de la Autoridad Palestina. La respuesta de seguridad israelí, que se centra en contramedidas y arrestos generalizados de sospechosos, crea un ciclo de escalada que se retroalimenta y fortalece la motivación de los jóvenes palestinos para movilizarse para luchar contra las fuerzas de seguridad israelíes. El peligro es que debido al caos, la autoridad deje de funcionar como un ente responsable, estable y eficaz, que contribuye a la calma y es un espacio para el diálogo. Para detener esta tendencia y darle a la Autoridad Palestina una oportunidad (quizás la última) de tomar el control del norte de Samaria y detener el deterioro, es necesario promover movimientos de reconstrucción frente a ella y movilizar la cooperación y el apoyo externos para la tarea. principalmente de Jordania y los países del Golfo.
El director del Shin Bet Ronen Bar señaló en una conferencia celebrada el 11 de septiembre en la Universidad Reichman que en lo que va del año ha habido más de 130 ataques con disparos en la zona, un fuerte aumento de los 98 incidentes en 2021 y los 19 en 2020. Según él, «Esto es solo una expresión. Una es la falta de gobernabilidad, el alcance de los medios de guerra en el campo y la falta de efectividad en el trabajo de los mecanismos de seguridad palestinos». El jefe del Shin Bet agregó que debido al aumento de la violencia, las fuerzas de seguridad ISRAELIES se ven obligadas a realizar detenciones y contramedidas cada noche, con el precio del número de bajas palestinas (81 muertos desde principios de año) y mayores daños en el estado de los mecanismos de seguridad palestinos.
Israel, por su parte, se adhiere al plan operativo de una campaña en curso contra el terrorismo – «Rompeolas» – que se centra en la entrada de fuerzas en el corazón urbano palestino para desmantelar las infraestructuras terroristas y arrestar a los agentes terroristas. Desde principios de año, aproximadamente 2000 sospechosos de terrorismo han sido arrestados y se han frustrado más de 240 importantes ataques planificados: tiroteos, suicidios, artefactos explosivos e incluso secuestros.
La escalada refleja una combinación de tendencias y fenómenos, algunos de los cuales son exclusivos de la era actual:
La ampliación del círculo de participantes: a los tiroteos en aldeas y ciudades palestinas asisten decenas y, a veces, cientos de hombres armados, incluidos policías que sirven en el aparato de seguridad palestino y activistas de la organización Fatah. La propia organización respalda los incidentes y patrocina las operaciones. Esta es una nueva tendencia, la principal de las cuales es la movilización de la generación más joven, que está pasando por el proceso de radicalización y se une a los grupos terroristas dentro de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa (el número de muertes asociadas con el Al-Aqsa -Aqsa Brigades es la más alta en comparación con las otras organizaciones). El significado de esta tendencia es la expansión de los círculos de resistencia más allá de Hamás y la Yihad Islámica. La fuerza del fenómeno se refleja, entre otras cosas, en la participación de los hijos de oficiales de los mecanismos de seguridad en «resistencia violenta».
La incapacidad de los mecanismos de seguridad palestinos: otro proceso que está cobrando impulso es la resistencia de los mecanismos de seguridad. Estos dejaron de actuar contra la infraestructura y la actividad terrorista y violenta en Samaria, así como en el área de Hebrón. Una preocupación fundamental en el sistema de seguridad israelí es que más ciudades palestinas caigan bajo el control total de facto de los grupos armados, como es el caso de Jenin y Naplusa.
En el pasado, los funcionarios de seguridad en Israel otorgaron una puntuación relativamente alta a los mecanismos de seguridad palestinos en la lucha contra el terrorismo (hasta alrededor del 30 por ciento del total de contramedidas). Sin embargo, recientemente ha habido una reducción en el alcance y los componentes de la coordinación de seguridad, incluida la participación de sirvientes en mecanismos para interrumpir las operaciones de las FDI, hasta el punto de disparar contra las fuerzas de las FDI. El único ámbito en el que los mecanismos siguen activos es en la lucha contra los opositores a la Autoridad Palestina y en la realización de detenciones políticas.
La política de conversión israelí: esta política nutre a la élite palestina y descuida la «periferia palestina». Israel coopera con las élites y los mecanismos de la Autoridad Palestina, entre otras cosas, en la entrega de certificados AHM, permisos de trabajo en Israel para allegados y acceso a tratamientos médicos. Sin embargo, el extremismo y el terrorismo se originan en los campos de refugiados, donde el » operan «incubadoras de terroristas» y, aparte de las contramedidas y las detenciones, no existen planes de rehabilitación y desarrollo para estas zonas en los ámbitos de la economía, el empleo e incluso la educación.
«El día después de Abbas» ya está aquí: la escalada refleja la falta de gobernabilidad y el debilitamiento de la posición de Mahmoud Abbas en la calle palestina. De fondo, está en marcha una lucha sucesoria y existe una indignación generalizada contra la preferencia y designación de Hussein al-Sheikh como heredero. Todos los contendientes por el puesto de presidente de la Autoridad Palestina pertenecen a la vieja guardia, pero carecen de apoyo público y legitimidad, y no tienen la capacidad de hacer cumplir el gobierno, la ley y el orden. De hecho, la situación es contemporánea. capitalización del caos esperado en el «día después de Abbas».
El estancamiento político: los jóvenes extremistas están tomando la iniciativa y los mecanismos de la Autoridad Palestina también son inútiles debido al estancamiento político en curso entre la Autoridad Palestina y el gobierno israelí. En la Asamblea General de la ONU celebrada en septiembre de 2021, Abbas emitió un «ultimátum» según el cual si el proceso político no se renueva dentro de un año, tiene la intención de retirar el reconocimiento de la OLP en Israel, hasta que Israel, por su parte, reconozca un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, y también renuncia a los acuerdos firmados entre la OLP con Israel, incluida la coordinación de seguridad.Abbas repitió estas amenazas varias veces en el último año y parece que tiene la intención de llevarlas a cabo en la próxima asamblea de la ONU, que se realizará a fin de mes. Además, Abbas está tratando de promover una vez más el reconocimiento internacional de un estado palestino dentro de las fronteras de 1967. Por lo tanto, la escalada actual en los territorios de la Autoridad Palestina en realidad ayuda a Abbas a centrar la atención internacional en el problema palestino en preparación para la reunión de la asamblea. .
Tras la escalada de seguridad, los funcionarios gubernamentales estadounidenses y egipcios enviaron mensajes de advertencia y preocupación al gobierno israelí. Estos funcionarios en Washington y El Cairo expresan temor de que la situación se salga de control y que el aumento de la actividad de las FDI en los territorios de la Autoridad Palestina la avergüence y debilite su posición entre el público palestino, que ya es inestable. la continuación de la escalada expondrá a Israel a un estallido generalizado de violencia y anarquía en los territorios.
Resumen y recomendaciones
La respuesta de seguridad israelí se centra en contramedidas y arrestos generalizados de sospechosos casi todas las noches, especialmente en el norte de Samaria y se la denomina «rompeolas», pero en realidad produce olas adicionales de violencia y aumenta la motivación de los jóvenes palestinos para movilizarse para luchar. contra las fuerzas de seguridad israelíes. La mayoría de estos jóvenes no vivieron el período de la segunda intifada y están motivados no solo por el odio a Israel y la oposición a la ocupación, sino también por la aversión a la Autoridad Palestina y su líder, Mahmoud Abbas.
Israel se ha adherido a la ampliación de los permisos de trabajo para los trabajadores palestinos en Israel, como una política destinada a calmar, estabilizar la zona y evitar la agitación y el desorden en las calles palestinas. Pero la posibilidad de trabajar en Israel alienta la infiltración de residentes ilegales sin permisos de trabajo, incluidos aquellos que intentan llevar a cabo ataques terroristas. A pesar del mayor esfuerzo de las FDI para cerrar la línea de unión, la barrera de seguridad sigue perforada y la infiltración de terroristas armados de Nablus la semana pasada y su captura en Jaffa enfatizaron la necesidad de cerrar herméticamente el obstáculo.
Además, Israel se ha centrado en los últimos años en alentar iniciativas económicas y crear condiciones para la restauración de la infraestructura en la Franja de Gaza y beneficiar a la población allí, mientras abandona y debilita a la Autoridad Palestina. A Israel le resulta difícil salir del ciclo de violencia y, en el contexto de la escalada en los territorios de la Autoridad Palestina, existe el peligro de llegar a un punto de inflexión: el caos se hace cargo, cuando la propia Autoridad Palestina no podrá funcionar como un entidad responsable, estable y eficaz, que contribuya a la tranquilidad y sea un lugar de negociación- va en aumento.
Por lo tanto, Israel debe promover y aprovechar los socios para los movimientos de reconstrucción específicamente con respecto a la Autoridad Palestina en sus territorios en Cisjordania como parte de una iniciativa de dos niveles:
La transferencia total del control sobre toda el área del norte de Samaria a la Autoridad Palestina, a cambio de su compromiso de prevenir el terrorismo y frustrar las infraestructuras terroristas, junto con el establecimiento de la ley y el orden. Esta zona es homogéneamente palestina, sin asentamientos israelíes, y por lo tanto existe un bajo nivel de fricción entre la población palestina y los colonos. El control debe ser transferido a la Autoridad de manera gradual, estableciendo hitos para examinar la determinación y eficiencia del ejercicio del control por parte de la Autoridad y sus mecanismos de seguridad. Es importante integrar tanto a Jordan como al coordinador de seguridad estadounidense -USSC- en la determinación de los hitos, así como incluir en el proceso de transferencia la elevación del kosher de los mecanismos junto con el control del cumplimiento de los mismos con los criterios acordados.
Centrándose en recaudar recursos para la rehabilitación de la «periferia palestina», de la que emergen y crecen operativos terroristas y agentes del caos. Esto, mediante el aprovechamiento de Jordania y los países del Golfo, especialmente los Emiratos Árabes Unidos, para invertir en la construcción de centros de formación y empleo para la juventud palestina, así como el establecimiento de colegios profesionales y tecnológicos, bajo los auspicios y en el marco de la Autoridad Palestina. Los programas de este tipo dirigidos a los jóvenes palestinos les brindarán alternativas al terrorismo y la violencia, y también fortalecerán la posición y la capacidad de funcionamiento de la autoridad.
