Irán está trabajando para impedir la normalización de Israel con Arabia Saudita a través de los hutíes es un articulo escrito por IONI BEN MENAJEM y publicado en EPOCK.
«Irán ya saboteó una vez el acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita mediante el ataque de Hamas llamado «Inundación de Al-Aqsa» contra los asentamientos que rodean Gaza el 7 de octubre del año pasado. Ahora se prepara para torpedear una vez más el posible acuerdo entre Israel y Arabia Saudita.
Fuentes de Hamás dicen que Irán no permitirá que ninguna administración estadounidense establezca un nuevo eje moderado en Medio Oriente que pondría en peligro el eje de resistencia liderado por Irán, como planea hacer el presidente Biden.
Irán y sus afiliados están muy alentados por el éxito del ataque de Hamás contra Israel, y también por el ataque de Hezbolá contra el norte de Israel. La misión política de Irán ahora es borrar de la agenda cualquier posibilidad de que Israel continúe el proceso de normalización con los países árabes.
Altos funcionarios de seguridad en Israel están preocupados por el hecho de que Abdelmalek Al-Houthi, el líder de los rebeldes hutíes en Yemen, emisario de Irán, ha estado amenazando a Arabia Saudita durante varias semanas consecutivas con no firmar un acuerdo de normalización con Israel, porque tal acuerdo constituye «una amenaza a la seguridad nacional de Yemen».
Arabia Saudita teme mucho el poder militar de los rebeldes hutíes, que lograron imponer un bloqueo naval a Israel en el Mar Rojo y hasta ahora han atacado con misiles y drones más de 150 barcos, afirmando que se dirigían a Israel.
Los rebeldes hutíes también lograron el 14 de septiembre de 2019 inutilizar las instalaciones petroleras saudíes de la empresa «Aramco» en la región de Albuquerque, en Arabia Saudita, mediante un ataque con misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados. Como resultado, Arabia Saudita sufrió un gran daño económico. El ataque redujo su capacidad de producción de petróleo en un 50 por ciento, que es aproximadamente el 5 por ciento de la capacidad global total para suministrar petróleo. La administración Trump en ese momento no acudió en ayuda de Arabia Saudita.
Los funcionarios políticos en Jerusalén señalan que el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, recientemente dejó de hablar en los medios de comunicación sobre el tema de la normalización con Israel, y se ha abstenido de hacerlo a pesar de la presión estadounidense.
Arabia Saudita está en un alto el fuego con los rebeldes hutíes en Yemen. Fuentes de seguridad dijeron que los hutíes han enviado mensajes a Arabia Saudita en los últimos tiempos sobre lo que supondría la firma de un acuerdo de normalización con Israel y sus consecuencias para el acuerdo de alto el fuego con ellos.
Bin Salman está muy preocupado por la debilidad de la administración Biden en Oriente Medio. También sigue la implicación política de Biden en el sistema electoral estadounidense y también tiene en cuenta la posibilidad de que se vea obligado a retirarse de la carrera presidencial.
Además de esto, el gobierno israelí mantiene su negativa a aceptar el establecimiento de un Estado palestino independiente como parte del acuerdo de normalización con Arabia Saudita. También existe el peligro de una confrontación militar total entre Hezbollah e Israel, que conducirá, según todas las estimaciones, a una guerra regional.
En vista de estos acontecimientos, los funcionarios sauditas estiman que sólo una clara victoria israelí en la Franja de Gaza sobre el movimiento Hamas puede alentar a Bin Salman a firmar un acuerdo de normalización con Israel. Mientras tanto eso no está sucediendo. La situación de Israel en el frente norte contra Hezbolá tampoco está clara todavía.
Ben Salman no tiene ningún interés en firmar un acuerdo de normalización, que también es un acuerdo de seguridad, con Israel, cuando se le considera débil frente al eje proiraní. Le resultará difícil aprobar un acuerdo de este tipo en las calles sauditas. También teme ser retratado en el mundo árabe como alguien que está tratando de ayudar a Israel a recuperarse de los acontecimientos del 7 de octubre. La valoración actual en Israel es que preferiría esperar a los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses para tomar la decisión final sobre la normalización con Israel».
