Jamis Gadafi habría ejecutado de forma sumaria a decenas de detenidos

Miembros de la Brigada Jamis, una poderosa fuerza militar que encabeza Jamis Gadafi, hijo del líder libio Muamar Gadafi, habrían ejecutado de forma sumaria a decenas de detenidos en un almacén próximo a Trípoli el pasado 23 de agosto, cuando las fuerzas rebeldes se encontraban ya en la capital, según ha denunciado Human Rights Watch en un comunicado.

Según esta ONG, cuando visitaron el almacén el pasado 27 de agosto éste había sido incendiado y en su interior encontraron unos 45 cadáveres, todavía humeantes, entre los restos del edificio, situado en el barrio de Jalida Ferjan, en Salahaddin, al sur de la capital y junto a la base militar de Yarmuk. Además, en el exterior había otros dos cadáveres.

«Lamentablemente, éste no es el primer informe truculento de lo que parece ser una ejecución sumaria de detenidos en los últimos días de control del régimen de Gadafi sobre Trípoli», ha señalado la directora para Oriente Próximo y el norte de Africa de HRW, Sarah Leah Whitson. «Estos asesinatos despiadados se produjeron en mitad del Ramadán y los responsables deberían ser llevados ante la justicia y castigados», ha añadido.

HRW ha podido hablar con un superviviente que ha relatado que los guardias del almacén, usado como prisión, leyeron los nombres de 153 detenidos el día de las ejecuciones, unos 125 de ellos civiles. Según sus estimaciones, unos 20 consiguieron escapar. Además, la ONG internacional ha podido ver en los muros de uno de los edificios del recinto el lema ‘Brigada 32’, que forma parte de la Brigada Jamis.

Según el superviviente, Abdulrahim Ibrahim Bashir, de 25 años, los guardias de la prisión abrieron fuego contra los detenidos el atardecer del 23 de agosto desde el tejado. Además, un guardia lanzó granadas desde la entrada. Este joven consiguió escapar saltando un muro mientras los guardias recargaban sus armas.

Tanto él como un ex detenido, Moiayad Abu Ghraim, de 28 años, han asegurado a HRW que el comandante a cargo del almacén era Muhamad Mansur, de la Brigada Jamis, si bien ninguno de los dos le vio en ningún momento.

Por otra parte, el personal de HRW también ha hablado con un combatiente rebelde que asegura que él y su brigada encontraron el almacén tras tomar la base Yarmuk el pasado 26 de agosto. Al día siguiente, cuando el personal de HRW llegó hasta el lugar, éste había sido incendiado y todavía estaba humeante, sin que esté claro quién o qué provocó el fuego.

Según Moiayad, que fue trasladado del almacén a otro centro de detención en Trípoli el 10 de agosto, en este lugar había detenidas entre 60 y 80 personas. Los guardias solo les entregaban comida de forma puntual y un litro de agua al día pese al calor veraniego. Además, no había urinarios.

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