PARIS, 3 (Reuters/EP)
El comandante que dirige el contingente rebelde en Trípoli, Abdel Hakim Belhadj, ha desmentido que tenga vínculos con la organización terrorista Al Qaeda, si bien ha admitido que fue torturado por responsables de la CIA en 2004.
Occidente ha expresado con anterioridad su preocupación por el hecho de que algunas facciones combatientes de los sublevados fueran militantes islamistas o de Al Qaeda, lo cual significaría una amenaza de islamización de las nuevas autoridades libias. Asimismo, el portavoz del régimen de Muamar Gadafi, Musa Ibrahim, ha insuflado estos temores.
En una entrevista concedida al diario francés ‘Le Monde’, Belhadj ha sostenido que su contingente no tiene intención de hacerse con el control del poder y que dejará al pueblo libio que decida sobre el sistema de gobierno en la era post-Gadafi.
No obstante, Belhadj ha desvelado que fue objeto de torturas en una prisión secreta por parte de la CIA en Bangkok (Tailandia) en 2004 tras ser detenido en Malasia, acusado de ser miembro de Al Qaeda. El comandante ha reconocido que, en sus filas, cuenta con individuos que combatieron junto con yihadistas en Afganistán, pero ha matizado que ninguno de ellos profesa la misma ideología que el grupo terrorista.
«El grupo de combate islámico no fue nunca parte de Al Qaeda, ni comparte su punto de vista ideológico, ni operacional», ha apostillado. Belhadj ha esgrimido que estos militantes se encontraban en el mismo lugar y en el mismo momento que la organización terrorista cuando luchaban por una misma meta: «la liberación del país».
Sobre los acontecimientos que se están desarrollando en Libia, el comandante de los rebeldes en Trípoli ha aseverado que esta es «una revolución del pueblo libio en conjunto», por lo que «los combatientes no tienen unas pretensiones particulares». «No dudéis de nosotros», ha pedido, «no hay nada que temer, no somos Al Qaeda, no he estado nunca ahí, lo puedo decir con toda la tranquilidad».
