No más Mentiras

Antonio García Fuentes

OTAN: Orden del día… ¡A comprar armas!

OTAN: Orden del día… ¡A comprar armas!

Tras las “parafernalias en Madrid”; eso es lo que me suena con más claridad; “el negocio es el negocio y todo lo demás es mentira”; veamos lo que se puede creer y lo que es increíble.


Viendo cómo se administran “los bienes mundiales” y quienes lo hacen; yo dudo que en mayoría, sean capaces de administrar “y vivir”, de la administración de un negocio propio; y menos modesto, como puede ser, un quiosco de prensa o venta de chucherías, puesto de “perritos calientes”, u otra cualquier cosa que en los mercados del mundo, en ellas se buscan sus vidas, millones y millones de terrícolas, que de su modesta inventiva, viven y vivieron siempre.
El mayor negocio material que hay en este perro mundo, no es otro que la venta de armas, pertrechos de guerra y todo lo que de anexo, lleva consigo, este criminal negocio, que sobre todos, explotan las denominadas “grandes potencias”; las que fabrican continuamente armamentos cada vez más perfeccionados y costosos, los que van almacenando como soporte de su poder material.


Pero como en ello se avanza constantemente, van quedando inmensas cantidades de material, anticuado el que hay que vender; y se vende… “se vende de grado o a la fuerza, haya guerra o no, puesto que si no la hay se provoca o como mínimo el miedo a la misma, para que siga, la maldita máxima, de… “si quieres la paz prepárate para la guerra” (1)
Si un tanque, avión, barco o helicóptero; “lo vuelan, lo hunden o es destruido”; hay que renovarlo y poner otro igual o similar; “y eso cuesta mucho dinero”; aumentemos todo lo demás, hasta el proyectil de menor calibre, que portan o disparan los “soldados de a pie” (soldados o mercenarios que de todo hay) y encontraremos las imaginarias y enormes cantidades de dinero, que son necesarias para mantener una guerra del tipo que sea, aunque hoy nos podemos fijar sólo en la que el indeseable del nuevo zar ruso, ha iniciado destruyendo a Ucrania. Pero hay muchas más en el planeta.
Todo ese material que se destruye y se renueva se nos da a entender que “nace de la nada y que como ayuda se le facilita al que lo necesita”; horrenda mentira puesto que “nadie regala nada a nadie”, todo se facilita previo pago de su importe o a crédito a más o menos largo plazo; así pues esa es una deuda o un gasto, que va contra todo país que lo provoca (“incluso lo sufren los que se dicen vencedores”) ¿Y quién paga al final todo ese inmenso gasto? ¡Pues usted o yo, o cualquier habitante que produce bienes en el lugar que sea! O sea y más claro, lo pagan los impuestos que pagamos y que ya confiscadamente nos imponen, los inútiles mangoneadores de los bienes públicos, que en vez de emplearlos en construir bienestar, lo emplean en destruir el que hay y crear los desastres que crean “con sus guerras”; puesto que no dudemos que son “sus guerras” y que de ellas, sólo se benefician determinados “monos humanos”, que son los que las provocan y mantienen, siempre en beneficio propio, de nadie más.


De los pocos países que supieron salirse de este infernal sistema que envuelve a casi todo el mundo, sólo uno merece admiración y respeto; se trata de Costa Rica (2), que dicho sea de paso, es uno de los pocos países americanos, que goza de un estado de paz y prosperidad notables.


¿Qué estoy diciendo que “sobran” los ejércitos militares; no en absoluto, ejércitos militares o militarizados son necesarios o imprescindibles, pero situándolos y dotándolos de todo lo que hoy es necesario en un ejército que de verdad, se forma y conforma para la paz y el progreso mundial, que desde luego con las armas necesarias hay que emplear para eliminar a “tanto bandido como organizadamente pulula por el mundo”; pero también con toda la maquinaria y utillaje, que esos ejércitos deben contar para auxiliar a la población de cualquier lugar del mundo y que sufre, desde los terribles ataques “naturales”, que provocan volcanes, terremotos, maremotos, incendios, inundaciones, etc.; hasta situaciones extremas de hambre o incluso sed, que hoy mismo asolan a partes de ese mundo que, “no es propiedad de unos pocos que lo explotan”, sino de todo el que “por lo que sea”, nacimos en él, y que por nuestra debilidad individual, e incluso social, necesitamos verdadera ayuda, de los mejor organizados, de los que ya y por su propio esfuerzo llegaron a metas que otros muchos no han sabido llegar y a los que por simple lógica, verdaderamente HUMANA; hay que ayudar.


Y una de las ayudas es establecer un “verdadero intercambio de materias primas, a precios justos y ajustados, para que todos vivan y prosperen”.


Con las infinitas y “eternas guerras que conocemos por nuestra propia historia”; nada positivo se ha conseguido en milenios de “luchas criminales”; por tanto, alguna vez habrá que pensar y meditar en ello, cambiando sistemas (todos fracasados al día de hoy) y remodelando la marcha de este “pobre mono humano”, que somos todos y esa es la verdad inamovible y que debe hacernos pensar. Amén.

(1) Si vis pacem, para bellum es una máxima latina que significa «Si quieres la paz, prepara la guerra». Aunque a veces se atribuye erróneamente a Julio César, en realidad deriva de un pasaje del escritor romano de temas militares, Vegecio.


(2) La abolición del ejército de Costa Rica se refiere a la supresión de todas las fuerzas armadas de Costa Rica llevada a cabo el 1 de diciembre de 1948 tras darse por finalizada la guerra civil de ese año. El evento en el cual se suprimieron las fuerzas armadas fue llevado a cabo en el antiguo Cuartel Bellavista, hoy Museo Nacional de Costa Rica, y fue encabezado por el presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, José Figueres Ferrer.


Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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