LO QUE A NO OLVIDAR ME OBLIGO
“Hagamos notar que cuando un hombre de ciencia presume de muchos amigos, casi siempre se trata de un cuco o de un holgazán. No se conservan varias amistades íntimas sin cultivarlas asiduamente, y este cultivo resulta incompatible con una vida de concentración intensa y de trabajo austero. En suma: o se tienen muchas ideas y pocos amigos, o muchos amigos y pocas ideas”.
Santiago Ramón y Cajal, “Charlas de café” (1921).
—Soy amigo de Santiago;
Quiero decir, de su libro.
Cuando lo leo, yo vibro,
Siento que con él me embriago
Y mitigo el día aciago.
—Si consideras tu amigo
Al que suele andar contigo
O en aquel se halla anaquel,
No se cumple, no, Raquel,
Lo que a recordar me obligo.
Ángel Sáez García
[email protected]