LA INJUSTA DICTADURA DEL DESECHO
A quien ríos de leche y miel prometa,
Aunque beneficiada/o tú resultes,
Dile directamente: “No me insultes
Ni en la salida, amiga/o, ni en la meta”.
Si es el cierzo el que manda y la cometa
No sabes manejar, no le consultes;
Puede recomendarte que no indultes
A quien fue tu nodriza y dio la teta.
Con astucia y mentiras bien vestidas
Que, desnudas, devienen pervertidas,
El poder, esa droga, sigue haciendo
De las suyas, que restan el derecho
A las tuyas de ser, reverdeciendo
La injusta dictadura del desecho.
Ángel Sáez García