La DANA no podría haberse evitado hiciera lo que se hiciera, pero quizás muchas de las desgracias y muertos ocasionados por ella si se podrían haber evitado si se hubiesen hecho las cosas bien.
¿Por qué no se activó el Estado de Alarma?
¿Por qué no se envió al ejercito desde el minuto uno?
El ejército es lo más eficaz ante una situación como esta.
Tenemos, quizás, el ejército mejor preparado del mundo para Afrontar emergencias y sin embargo no pudieron hacer nada porque no los han dejado.
El ejercito tienen especialistas que pueden actuar sobre el terreno.
Tienen zapadores, pontoneros, técnicos que saben hacer puentes, tender vías de comunicación entre el barro, que tienen generadores eléctricos y pueden restaurar el fluido eléctrico y las comunicaciones telefónicas en muy poco tiempo.
El ejército tiene la capacidad de montar comedores, hospitales y tiendas de campaña y dar cobijo a un monto de gente en muy pocas horas.
Tiene retroexcavadoras, camiones, mano de obra y todo que haga falta y, además, tienen mandos por jerarquía, que ordenan y que no se discuten, se obedece, se ejecutan las ordenes y el trabajo sale para adelante de manera eficaz y efectiva.
Todo esto lo habría hecho el ejército, si se lo hubiese ordenado, pero Pedro I El Guapo, no quiso dar esa orden.
Todavía esta reciente en la mente de todos, cuando, al siguiente día del terremoto en Marruecos, la ministra Margarita Robles, declaraba ante las cámaras que el ejercito estaba listo para ser enviado a Marruecos, porque, decía, las primeras 24 horas son vitales.
Que diferencia de aquello a esto, cuando la tragedia sucede en nuestro propio país. Aquí parece, que las primeras 24 horas no son tan vitales como entonces, porque, por alguna razón, esta vez, no le interesaba al Presidente Sánchez que el ejercito interviniese.
Aquí ha habido mucha negligencia por parte de mucha gente, empezando por el Presidente Mazón, que se ha visto desbordado y que a todos luces no es acto pera el cargo.
La Confederación Hidrográfica, por no mantener limpios el cauce de los ríos, especialmente, el Barranco del Poyo.
Los ecologistas y su tontería de derribar presas y azudes para que fluyan lo ríos.
Y eso es lo que mata, derribar presas y no limpiar los ríos.
(Imbéciles, estuvieron a un tris de mandar el Turia a su antiguo cause)
La maldición de las autonomías, -Maldito sea el que las inventó y el día en que se crearon- con sus diferentes leyes, con cientos de chiringuitos, con miles de jefecillos y donde nadie está seguro de: ¿lo qué tiene que hacer quien?
Todos han tenido su parte de responsabilidad y todos deben responder por ello, pero la máxima culpa debe recaer en Pedro Sánchez, Presidente de España, que viendo como un pueblo se ahogaba en el barro, y con la esperanza de crear un nuevo “Prestige”, se limitó a decir, si quieren ayuda que la pidan, el mismo que a día de hoy todavía no se ha dignado a enviar ningún efectivo del ejercito.
Ahora dice que va a enviar no sé cuantos millones a Valencia, -otra trampa, son los fondos ICO que luego hay pagar- pero a cambio pide que le aprueben los Presupuestos.
Este tío es un chalan, un carroñero. Un ser vil y vacio de toda ética y sentimiento.
U n enfermo obsesionado en un único fin. Una única, meta, seguir cómo sea en ese puesto como Presidente, algo que lo vuelve loco.
Un psicópata de libro.
Pero, mucho me temo que a la hora de pedir cuentas a este sujeto, alguien dirá que el líder de la “oposición”, -es un decir- Alberto Núñez Feijóo, tiene una foto, de hace treinta años, con un narco y aquí no ha pasado nada.