Palpito Digital

José Muñoz Clares

YOLANDA, SEJANO, TEODORO…

La Traición de Yolanda es de manual: me designa heredera el rata y yo me pongo estupenda y le traqueteo la silla al perro. Borro los tuits en que despellejaba a la IC y me voy bien modosa a ver al Papa y, ya puesta, echo la caña en el rebaño apostólico. Ya no soy ninguna comecuras, fíjense en mi rebequita. Quizás algo enseñatetas por la parte que me toca una tal Maestre, y también cantacoplas abominables tipo “arderéis, como en el treinta y seis”, aquel año que dejó tan grata memoria en el catolicismo universal. De dulce. Lo propio con estas flores silvestres es aplastarlas con el camión del reparto de bilis. ¿Da Yolanda para tanto? Bien saben los dioses que no. El psoe, esfínter apretado e impasible el ademán, anda escarbando en busca de basura bien guarra que hunda a la cacatúa respondona con perfil de abrelatas, lo que augura un grandioso match final a navajazos. Fuego amigo.

Y en el PP lo mismo. La filtración de una conversación de Juan Marín con sus colegas de Cs frustró cualquier intento de negociación de Juanma Moreno con el psoe, y al hilo de la escaramuza salieron a la luz dos cabos: Fran Hervías en una punta y en la otra punta Teodoro, el Sejano del PP. Hervías tiene despacho en la planta quinta de Génova a las órdenes del gran Teodoro, cuya hombría fue forjada en la disciplina de los hijos de Monse –sto vir– con ese toque de santa intransigencia que le hace ser cerril como un marmolillo. En plena avalancha Cayetana y con Ayuso aún por domesticar, no afloja con las Viles y controla a los barones poniéndoles los congojos en el galillo sólo con sugerir el tipo de información que él y su perrito Hervías han ido acumulando sobre la aristocracia pepera y el uso que piensa hacer apenas alguien mueva un dedo para instar su destitución. Fuego amigo y, además, desde dentro: disparad los morteros, inclinación cero.

Es el momento “Teodoro o el terror”, como el que sembró Sejano, tan ambicioso que acabó llamando la atención y, advertido Tiberio, se le detuvo, lo estrangularon, arrojaron el cadáver a las escaleras Gemoniae donde el pueblo lo descuartizó y echó alegremente los despojos al río como quien da de comer a los patos. Al pobre Sejano le salió la jugada malamente (mu mal, mu mal, mu mal) y trás trás, en plan Rosalía. Y es que tiene el PP fondo de armario como para temer que si cae Teodoro arrastre hasta al sursum corda. Pero… ¿Tiene Teodoro cadáveres en el armario que podrían alzarse como zombis con sugerencias inoportunas?

Se dice que el arreglo del golpe cs-psoe dio lugar a un trasiego de maletines mágicos de los que cierto mago sacaba ora “cargos”, ora “ingresos”, a base de dos millones por maletín -panes grandes- y ya haremos los panes chicos. Parte del pastizal acabó en quien tenía más boca que manos, que ha cacareado el trajín que hubo y la pasta que se llevó. El soplo viene de quien lo supo por quien estaba presente y oyó cuando cantó la gallina en una indecente exhibición de plumas. De lo que surgen tres preguntas: 1.- ¿Son ciertos los toros? 2.- ¿Pudo eso ocurrir sin que lo supiera Teodoro? 3.- Y si ocurrió a espaldas de Teodoro, ¿qué hace Teodoro todavía mangoneando el PP con su falderito Hervías?

Casado, en tal tesitura, se va a hacer las Américas silbando el lilabulero, mientras por aquí le traquetean la silla como la bruja abrelatas se la traquetea al perro. Debería el pequeño saltamontes, en un intervalo de lucidez, fulminar a Teodoro y a sus piadosos aliados internos, poner fin al acoso a Cayetana y quedar con Ayuso, la del Washington Post, y verá cómo todo viene a carril siempre que no se entere Teodoro o Teodoro ya no esté. Y dejar que los socialistas se maten entre ellos y con sus socios ¿O era con sus sucios socios? Parece redundante…

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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