La reciente orden de Donald Trump al Pentágono para que se preparen operaciones contra las estructuras del narcotráfico en la Venezuela chavista supone un cambio drástico en la política de Estados Unidos hacia el régimen del dictador Maduro.
El presidente dirige su mirada directamente hacia el epicentro del poder militar y político en Venezuela, centrándose especialmente en el denominado Cartel de los Soles, que Washington vincula estrechamente con Nicolás Maduro y sus sicarios.
Este aumento en la presión militar se produce en un contexto de máxima tensión, con movimientos de tropas y buques estadounidenses en el Caribe, además de una recompensa por parte de la DEA que convierte al líder venezolano en uno de los fugitivos más perseguidos del mundo.
El futuro cercano dependerá tanto del diálogo diplomático posible como también sobre cómo responderá militarmente el régimen venezolano.
Sin duda alguna, las implicaciones sobre geopolítica latinoamericana así como sobre el tráfico internacional serán profundas; esto tendrá repercusiones también en Europa y Estados Unidos. La ofensiva lanzada por Trump abre un nuevo capítulo dentro del prolongado enfrentamiento por controlar tanto poder como recursos dentro del entorno chavista venezolano donde cada vez resulta más difusa la línea entre política organizada e ilícita.
Un plan inédito contra el narcotráfico estatal
La orden ejecutiva emitida por Trump y filtrada a los medios en Washington, ha sido confirmada por fuentes oficiales. Esta instrucción requiere la preparación de operaciones militares selectivas dirigidas a las infraestructuras involucradas en el tráfico de drogas dentro de Venezuela. El objetivo es desmantelar las redes de transporte, almacenamiento y distribución que controla el Cartel de los Soles, según la inteligencia estadounidense, responsable del envío anual de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.
Este cartel, como indican informes judiciales y datos proporcionados por la DEA, está integrado por generales, ministros y altos funcionarios chavistas. Su actividad va más allá del narcotráfico, abarcando también contrabando de combustible, minería ilegal y lavado de dinero a través de la estatal PDVSA. La recompensa récord de 50 millones de dólares por Maduro –que supera incluso a la ofrecida por capos históricos como El Chapo Guzmán– subraya la gravedad de las acusaciones y la relevancia política del caso.
Maduro, la DEA y un círculo chavista acorralado
El Departamento de Estado y la DEA consideran a Nicolás Maduro como el líder del cartel y el principal responsable detrás de una red de narcoterrorismo que involucra a figuras destacadas como Diosdado Cabello, Vladimir Padrino y Tareck El Aissami. Las acusaciones se sustentan en testimonios proporcionados por exmilitares y exfuncionarios, así como en extradiciones y sentencias emitidas en EE UU; un ejemplo reciente es la condena a más de veinte años para Clíver Alcalá por tráfico de armas y drogas.
La respuesta del mandatario venezolano ha sido desafiante. Durante una rueda de prensa, descalificó su búsqueda como «mafioso» e incluso amenazó con declarar a Venezuela en «lucha armada» si se lleva a cabo una agresión militar estadounidense. Su gobierno niega cualquier conexión con el narcotráfico, pese a que dos sobrinos suyos fueron condenados en Nueva York por tráfico de cocaína. Además, Caracas ha movilizado la Milicia Bolivariana y ha intensificado su propaganda antiestadounidense, presentando esta ofensiva como un intento invasor.
Zapatero y otros cómplices internacionales
En este complejo entramado, el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero se posiciona como uno de los principales aliados internacionales del chavismo. Su mediación en procesos dialogantes y su defensa pública hacia Maduro han suscitado críticas tanto en Europa como en América Latina. Sectores opositores lo acusan de legitimar un régimen vinculado al crimen organizado e indirectamente complice con la impunidad del Cartel de los Soles.
Acompañando a Zapatero, otras personalidades políticas y empresariales europeas y latinoamericanas han sido mencionadas por Washington como facilitadores operativos del lavado y tráfico; sin embargo, muchos casos carecen aún de pruebas concluyentes. La presión diplomática aumenta para que la Unión Europea clasifique al cartel como organización terrorista, una solicitud promovida por partidos como Vox en España.
Efectos sobre Petro y Colombia
El conflicto tiene repercusiones directas sobre Gustavo Petro y Colombia. El presidente colombiano ha desmentido la existencia del Cartel de los Soles, acusando a Washington de utilizarlo como pretexto para intervenciones regionales. No obstante, la frontera entre Colombia y Venezuela continúa siendo un punto clave para el paso del narcótico y para las actividades armadas llevadas a cabo por disidencias guerrilleras como las FARC y el ELN; grupos que han sido reconocidos incluso por Petro como vinculados con redes criminales venezolanas.
El endurecimiento del enfoque estadounidense podría obligar a Petro a redefinir su relación con Caracas e implementar acciones más firmes contra el tráfico transfronterizo. Además, un ataque militar estadounidense podría tener efectos inmediatos sobre la seguridad económica colombiana, aumentando el riesgo tanto del desplazamiento masivo como del incremento violento en la frontera.
Contexto histórico y perspectivas futuras
El enfrentamiento entre Washington y Caracas relacionado con el narcotráfico no es algo nuevo; sin embargo, esta decisión tomada por Trump marca un hito significativo. Desde los años noventa, Estados Unidos ha denunciado cómo el narcotráfico ha penetrado las Fuerzas Armadas venezolanas; pero nunca antes había considerado abiertamente una opción militar directa. Los escándalos relacionados con corrupción han salpicado a altos mandos militares y ministros; extradiciones junto con colaboraciones judiciales han ido cerrando cada vez más el cerco sobre la élite chavista.
Con Trump regresando al poder presidencial, se relanza una estrategia contundente: despliegue naval en el Caribe junto a una campaña mediática destinada a legitimar una intervención internacional. Cómo responda el régimen chavista –respaldado por Rusia y China– así como las reacciones desde otros actores regionales como Brasil, México o incluso Colombia serán factores determinantes para saber si este conflicto puede escalar hacia una confrontación abierta.
Claves para entender su impacto regional
- El Cartel de los Soles es visto como la red criminal más poderosa dentro de Venezuela, teniendo influencia política, militar y económica.
- Nicolás Maduro es considerado el principal objetivo tanto por parte de la DEA como del Departamento de Estado; su captura tiene asociada una recompensa sin precedentes.
- La figura de Zapatero, junto con otros aliados internacionales del chavismo son señalados como facilitadores políticos aunque sin pruebas judiciales definitivas.
- La situación afecta directamente a Petro quien debe gestionar no solo su relación con Caracas sino también abordar los vínculos existentes entre grupos guerrilleros dedicados al tráfico.
