Zahara y la puta (Capitalista)

Zahara y la puta (Capitalista)

Tengo suficientes años como para haber aprendido de la vida. No soy un adolescente inflamado de prepotencia ni un joven insultantemente insolente. Soy una persona mayor no demasiado sociable ni demasiado tratable que ha aprendido a adaptarse y a ser tolerante. Y a respetar.

Quiero para mis absurdas opiniones el mismo respeto que ofrezco a los que opinan que mis opiniones son absurdas. Porque la vida me ha regalado muchos mensajes, pero sobre todo me ha enseñado a discrepar tanto como a respetar. Sobre todo a respetar.

No, no todas las cosas, situaciones u opiniones son respetables, hay mil ocasiones en las que uno tiene que poner pie en pared y decir “por aquí no te dejo pasar”, pero al mismo tiempo hay mil millones de otras oportunidades para respetar a los demás, sus creencias y sus opiniones. Hace mucho mucho tiempo que he aprendido a callarme para respetar. Se llama experiencia.

Hay muchas ideas que respetar, de todo tipo. De casi todo tipo. Las religiosas o filosóficas de manera especial. Y no, no soy especialmente religioso aunque la filosofía cristiana, como a casi todos, marca mis opciones vitales, entre ellas el respeto. Estoy hablando de una artista de la que jamás había oído hablar y que ha publicado un cartel de la Virgen María con una banda que pone “Puta”. Que casualmente es el nombre de su nuevo disco, vayapordiós.

Sí soy partidario de que a veces el arte debe provocar para estimular a la ciudadanía. No sé si lo que esta buena señora hace es arte, mi ignorancia es total al respecto y espero que siga así mucho tiempo más, pero sí sé que esa provocación a la fe y a la religión no sirve para estimular… salvo las ventas de su disco. Pero provocar no es lo mismo que ofender, en este caso tan innecesariamente, con la absoluta seguridad de que nadie va a echártelo en cara cuando estés tranquilamente tomándote un café en una terraza o cuando saques a la calle a tu perro. Se llama capitalismo, sucio capitalismo, solo se busca dinero, vender más gracias a la ofensa. Ofensa puramente capitalista. ¿No había otro modo de atraer la atención pública sobre su artística trayectoria? 

Me pregunto también por qué algunos partidos están siempre a favor de la libertad de expresión cuando esa libertad no les ofende a ellos. ¿Puede un artista llamar puta a la madre de Pablo Iglesias aludiendo a la libertad de expresión y criticando la censura? Y me da igual en qué Pablo Iglesias esté usted pensando, a los dos hay que criticarlos y respetarlos mucho.

¿La censura es mala siempre o solo cuando ataque a los nuestros? ¿Nuestros dirigentes deben respetar todos los modos de pensar o solo los de los miembros de su gobierno, su partido o su sindicato? ¿Ese sectarismo, esa parcialidad, esa mezquindad no deberían ser combatidas por todo aquel que pretenda liderar la sociedad hacia el bien? 

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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