(PD).- González Urbaneja dijo, una vez conocida la sentencia que condenaba a Losantos por injurias graves contra Gallardón, que él está con la libertad de expresión, pero que… Alfonso Ussía arremete contra el decano de los periodistas. «Me ha sorprendido la reacción Urbaneja. «Losantos se ha colocado un poco más allá del periodismo». Entiendo que no. El que se ha colocado un bastante más acá de la libertad de expresión es el señor Urbaneja«.
Alfonso Ussía reconoce que no ha leído la sentencia que condena a Losantos por injuriar a Gallardón:
«No he leído la sentencia que condena a Federico Jiménez Losantos porque carezco de los conocimientos jurídicos que le sobran al gran César Vidal, y porque las sentencias judiciales no forman parte de mis lecturas favoritas. Vivo de la libertad de expresión y lamento profundamente que haya sido condenada. Me sitúo al lado de la Presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha sido infinitamente peor tratada por determinados sectores de la prensa adicta al Poder y ha sabido defenderse con holgura y brillantez sin recurrir a las querellas».
El columnista y escritor arremete contra las asociaciones de prensa que no han salido en defensa de Losantos:
«Me ha sorprendido la reacción del presidente de la Federación de Asociaciones de Prensa, Fernando González Urbaneja. «Losantos se ha colocado un poco más allá del periodismo». Entiendo que no. El que se ha colocado un bastante más acá de la libertad de expresión es el señor Urbaneja. Se nota que ha estado en cargos dependientes de la política. Y la reacción de una tal Federación de Sindicatos de Periodistas, por medio de su presidente Enric Bastardés -ignoro a qué se dedica excepto a presidir-, se me antoja vomitiva».
Y da su visión de lo que es el derecho a la libertad de expresión:
«El límite de la libertad de expresión no está regulado ni establecido, y tengo experiencias personales en estos tinglados. Aun aceptando que Federico Jiménez Losantos se pudo extralimitar -no soy radiofónico-, la grandeza del político en el Poder desaparece cuando echa mano de su situación para lavar un posible honor mancillado, que ha sido valorado en poco más de treinta mil euros».
En el mismo diario, Gabriel Albiac, tertuliano al alimón de la cadena COPE escribe sobre el asunto una columna que titula «Rajoy, como Losantos«:
«Yo creeré en la justicia de este país, si, en los mismos términos en que condena al autor de la segunda aserción, condena al de la primera. La única forma que tienen los jueces de justificar lo hecho con Jiménez Losantos es someter a idéntica sentencia a quien idéntico baldón, «traidor», vertió sobre -en su caso- el Presidente del Gobierno. Si Rajoy no paga el mismo coste penal que Jiménez Losantos por decir lo mismo, es que en este país la ley no es igual para unos y otros: para nosotros y para ellos. Que las leyes se hacen a la medida. Y, si es así, aquí se acabó todo».
