Ochenta años después de terminada, la guerra civil sigue obsesionando la conciencia histórica de España y no solo implica ideas y versiones, sino, más peligrosamente, condiciona la política, generando leyes y acciones de partidos.
La causa de este hecho, que escandaliza a unos, fascina a algunos y hastía a otros, salta a la vista: aquel conflicto no ha sido aún asimilado por la sociedad, pese a la imponente bibliografía que ha engendrado, en español y otros idiomas.
Y no lo ha sido porque las tergiversaciones, enfoques ilógicos y apasionados han alcanzado un volumen asombroso: se ha dicho que es quizá el suceso de los años 30 sobre el que más falsedades se han contado.
Y se siguen contando. En esta maraña de datos y juicios, ¿será posible alcanzar un enfoque lo bastante veraz para disolver tal obsesión?
Plantear por qué perdió el Frente Popular de forma objetiva y sin seudojustificaciones reenfoca toda la cuestión, con la consecuencia de abandonar el absurdo debate de qué bando fue democrático y orientarlo en otra dirección: la significación histórica del franquismo.
Por qué el Frente Popular perdió la Guerra Civil, de Pío Moa, sigue un método original y provocador: expone el desarrollo militar-político del Frente Popular, traza las semblanzas de sus principales personajes, analiza las grandes cuestiones de fondo envueltas en el conflicto y examina las ideologías en pugna. Pues fue ante todo una guerra de ideologías, cosa a menudo olvidada.