Paco Marhuenda, director de La Razón, periódico antaño de derechas, ha vuelto a dejar ojiplático al personal al salir ahora en defensa del mayor Josep Lluís Trapero.
En un editorial para enmarcar, el diario de Planeta —empresa que no olvidemos tuco que abandonar Cataluña por la escalada del procés— indulta a Trapero porque «tuvo que cumplir un difícil papel, que era defender la legalidad y las órdenes judiciales que se cursaron aquellos días, y hacerlo soportando la presión política de los responsables de la Generalitat y de la Consellería de Interior».
«Trapero advirtió a Puigdemont y Junqueras de los riesgos, desde el punto de vista del orden público, de la celebración de un referéndum que había sido prohibido por el Tribunal Constitucional, incluso organizó un dispositivo para detener al presidente de la Generalitat y el Govern en pleno el 27 de octubre de 2017 en caso de que hubiese una orden judicial tras la declaración unilateral de independencia».
De ahí que Marhuenda le dé instrucciones a la Fiscalía: «No debería olvidar estos hechos a la hora de sustentar su acusación, como así se verá a lo largo de estos dos próximos meses de juicio».
Marhuenda debería recordar —como hace Pablo Planas en Libertad Digital— que Trapero fue incapaz de impedir el acoso de las turbas separatistas a una comitiva judicial, incapaz de proteger un registro en la Consejería de Economía, incapaz de garantizar el trabajo y la movilidad de unos agentes de la Guardia Civil y una letrada de la Administración de Justicia comisionados por un juez de Barcelona.
Tampoco fue muy lucida la actuación del cuerpo durante el 1-O. O sí, según se mire, pues el desempeño más notable de los Mossos fue enfrentarse con algunos agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional y apostarse en las esquinas próximas a los colegios donde se celebraba la votación para pasar el día silbando.
