Los indultos son una invitación de Sánchez a seguir delinquiendo

Sánchez (PSOE) y Junqueras (ERC): farsa, apaño e ignominia

El golpista Junqueras dijo en 2019 que Sánchez «se puede meter el indulto donde le quepa» y ahora ya lo acepta simulando que no es así: Todo responde a un plan pactado para sojuzgar a la democracia

Sánchez (PSOE) y Junqueras (ERC): farsa, apaño e ignominia
Pedro Sánchez (PSOE) y Oriol Junqueras (ERC). PD

Lo que plantea Oriol Junqueras es ilegal de la cruz a la raya, y por tanto, los giros tácticos de Junqueras son puro cinismo.

Aceptará el indulto haciendo creer que no lo quiere -falso-, y alegará que no ha renunciado a su chantaje.

Pero esa desfachatez solo será posible porque ha encontrado en el socialista Sánchez a un sumiso incapaz de plantar cara a un desafío al Estado. Nadie debe engañarse.

ERC, a través del golpista Junqueras, le ha dado cobertura al discurso de la reconciliación con el que Pedro Sánchez pretende vender su indulto a los sediciosos, al asegurar que el perdón «es un gesto que puede aliviar el conflicto» y cuestionar la vía unilateral.

Junqueras puede decir misa, porque lo cierto es que las bases de Esquerra Republicana ya dejaron claro, en la ponencia política del partido golpista, que su objetivo es la celebración de un referéndum sin renunciar a la unilateralidad; es decir, a celebrarlo sin el consentimiento del Estado, que es lo mismo que hacerlo de forma ilegal, al modo y manera en el que lo llevaron a cabo el 1-0.

Por si no quedaran claras las intenciones de ERC, en su programa electoral para las elecciones autonómicas del 14-F, se afirmaba que el «Estado debe saber que su negativa a negociar un referéndum puede desembocar en una acción unilateral».

Lo que parece evidente es que Junqueras le ha da dado un balón de oxígeno a Sánchez porque ambos se necesitan.

El primero, porque ERC necesitaba el gesto del Gobierno para hacer frente a Junts y la CUP, que acusan al partido de Junqueras de rendirse al Estado, y el segundo, porque su permanencia en La Moncloa depende en gran manera del apoyo de los separatistas republicanos.

Las palabras de Junqueras y Sánchez no son más que una puesta en escena, un ‘conchabeo’ ignominioso.

La realidad es que ERC no ha renunciado a la vía unilateral y, una vez Sánchez saque de la cárcel a los golpistas, volverán a lo de siempre.

Ahora modulan sus mensajes para ponerle más fácil al presidente del Gobierno vender el indulto, pero que nadie se equivoque: estamos ante una gigantesca farsa, un juego de bastardos intereses cruzados que se va a traducir en la más grave ofensa a la dignidad de España y los españoles.

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