Nunca un Gobierno en una democracia había ejercido tanto poder sobre los medios como el actual que tenemos en España.
Hemos asistido en los últimos años a una degradación absoluta de la prensa al servicio del Estado y de unos periodistas serviles con el social-comunismo.
Mientras tanto, el Ejecutivo trata de silenciar a la prensa discordante que no ‘traga’ las patrañas de la izquierda.
Tal y como afirma el periodista Álex Navajas, el periodismo español se ha convertido en un vocero de los poderosos.