No es ni lógico ni justo ni tolerable que su nombre fuera citado al día siguiente en uno de esos siniestros programas televisivos que se llevan el gato del periodismo al agua, pero sólo para escaldarlo
El cruce de acusaciones y reproches entre Arcadi Espada y Javier Cercas cuenta con un nuevo e insólito capítulo. Arcadi Espada publica este martes, 15 de febrero de 2011, su columna de opinión en El Mundo bajo el título de ‘Gato al Agua’ donde carga contra el programa de Intereconomía por revelar su implicación en una trama de explotación sexual y echa una mano (al cuello) a su ‘enemigo’ Javier Cercas:
No podría yo imaginar que después de haber escrito aquí mismo que los escritos y melopeas de Javier Cercas merecen mi atención una vez por década iba a reincidir al cabo de tres semanas. Sin embargo, las circunstancias de su detención y, sobre todo, de la publicidad de su detención, durante la operación policial que ha llevado al acabamiento de una trama de explotación sexual en Arganzuela, me obligan a volver con él.
Cercas podrá ser cualquier cosa, de hecho lo es; pero jamás un malvado. Que hayan arrastrado su nombre por auténticos lupanares, que no son desde luego los de Arganzuela, me llena de de espanto y desprecio. Sobre todo, porque el caso no refleja más que nuestra identidad de inofensivos soldados, al fin y al cabo sólo interesados en las maniobras de la retórica, el estilo y la verdad.
Vaya desde aquí mi fraternal abrazo a la víctima Cercas y mi deseo de que se recupere pronto del mal trago infame. Aquí le espero, seguro de que volverá sabio y recrecido a la lucha.
UNA ENEMISTAD QUE COMIENZA EN ENERO DE 2011
La batalla dialéctica por escrito entre los dos columnistas viene de lejos pero se intensificó el 23 de enero de 2011 cuando Javier Cercas publicó un artículo en El País Semanal titulado Adiós, muchachos en el que sostenía que «si la democracia fue tan generosa con los franquistas, no puede serlo menos con los etarras, y (…) no podemos exigirles a unos lo que no les exigimos a otros«
Dos días más tarde, el 25 de enero de 2011, Arcadi Espada recriminó a Cercas tal afirmación en una columna titulada El Milikito en el que aseguraba que «las mentiras de Cercas son siempre oportunistas».
Su amigo, Santiago González, se ha hecho eco del enfrentamiento entre ambos escritores y en un posto de su blog —Cercas insiste— publica la carta al director que Javier Cercas envió a El Mundo y que reproducimos por su interés:
Sr. Director:
A juzgar por lo que escribe en «El Milikito» (El mundo, 25-1-2011), a Arcadi Espada le ha sentado tan mal el éxito de mi libro Anatomía de un instante como le sentó hace diez años el de Soldados de Salamina. Confieso que el sufrimiento de este hombre me halaga. Pero no soy muy partidario de poner la otra mejilla. En su artículo, Espada viene a llamarme mentiroso, payaso, oportunista y etarra. Este desparpajo, sin embargo, no es lo más llamativo: lo más llamativo es la lectura delirantemente deshonesta (o simplemente necia) que hace de mi artículo «Adiós, muchachos» (El país, 23-1-2011). Estoy dispuesto a discutir con casi todo el mundo mis opiniones, quizá equivocadas y quizá no, sobre el fin de ETA; con Espada es imposible: primero porque lee lo que quiere y no lo que uno escribe, y segundo porque su prosa no está hecha para el razonamiento sino para el insulto o, todo lo más, para el desplante, lo que significa que cualquier intento de entablar un debate intelectual con él sólo puede degenerar en una reyerta de chulos. No me parece que sea eso lo que merecen los lectores de El mundo, a quienes ruego por ello que se abstengan de leer la última frase de esta carta: Espada, mentecato, es la última vez que te contesto, que bastante tiempo me has hecho perder ya. Javier Cercas. Escritor.
El amigo personal de Arcadi Espada y también columnista de El Mundo le recuerda a Javier Cercas que hace menos de un mes aseguró que era la última vez que contestaba a Espada pero que el domingo, 13 de febrero de 2011, volvió a «lamerse la herida».