Monegal: "La canción del verano ha sido 'Els Pujol', que ha estado presente en todas las cadenas, exceptuando TV-3, claro"
Arranca septiembre de 2014, y la nueva temporada periodística, con un calor en Madrid mayor que el que ha hecho durante la mayor parte del verano y poca novedades en los temas tratados en los espacios de opinión de la prensa de papel española. Después de haber disfrutado de placeres típicamente centroeuropeos, como la degustación de esos deliciosos cafés servidos en una bandejita junto a un de vaso de agua mineral y un chocolatina o un pastelillo o la contemplación del Danubio en diversos lugares, así como del rico pescado y los países del Cantábrico, retomamos nuestra labor de comentar lo más jugoso del columnismo español cada día.
Como decíamos, pocas novedades. Nos topamos con altas dosis de Podemos y grandes raciones de independentismo catalán, aderezadas como novedad con las corruptelas del doble más Maestro Yoda y su familia. Tampoco falta, para completar el menú, alguna pizca de los ERE de Andalucía. Sacamos del cajón nuestra armónica de afilador y, tras hacerla sonar una vez más, nos ponemos manos a la obra de comentar todos estos temas.
Arrancamos en el periódico de la ‘disciPPlina’, con un Alfonso Merlos que vuelve a las páginas de La Razón tras las vacaciones con un artículo títulado El maná socialista. Versa, nada sorprendente, sobre los choriceos ‘made in’ PSOE andaluz, ERE ilegales mediante.
La bola de nieve de los ERE y los cursos de formación sigue rodando ladera abajo imparable. Va a sepultar con toda probabilidad a quienes ahora se presentan como simples espectadores de este bochornoso espectáculo. Porque si los nuevos mandamases de Ferraz pensaban que el calor del verano iba a derretir este escándalo, es obvio que estaban equivocados.
La historia demuestra que el que no pelea contra la corrupción termina formando parte de ella. El olor que desprende este palmario caso de corrupción en las barbas del socialismo es intolerable ya para jueces y fiscales, y comienza a ser insostenible para buena parte de la ciudadanía.
A este humilde lector de columnas le ha gustado eso de que quien no pelea contra la corrupción termina formando parte de ella. ¿Se aplica también a quienes no hicieron nada para frenar a Barcenas en el PP, quienes miraron a otro lado con los chanchullos de los Pujol y las comisiones en CiU, los casos que implican a miembros de IU que apoyan al PSOE en Andalucía o que han participado en pequeñas corruptelas municipales (que también los hay)…?
Seguimos en el periódico de Lara, donde nos topamos con un artículo que nos ha resultado realmente sorprendente. Después de que el propio Marhuenda, además de otros comentaristas del diario por él dirigido, cargara contra Arriola tras la debacle electoral del PP en las europeas —Hasta Marhuenda llama al PP a abandonar el arriolismo y «la creatividad a lo ‘pitufo azul'»–, un artículo de La Razón nos muestra al asesor áulico de los de Génova 13 como un auténtico genio de la estrategia político. Lucas Haurie (cuyo perfil en la web del rotativo le presenta como «periodista deportivo sevillano») es el perpetrador del elogio desorbitado, que se titula Los pucheros de Arriola.
El asesor áulico de Aznar primero y ahora de Rajoy ha construido las dos mayorías absolutas de la derecha española a cambio de unos astronómicos e inexplicados honorarios, sí, pero también a costa de un oneroso precio: el odio cerval de los esencialistas, esa grada ultra que jamás se cansa de ver correr la sangre enemiga.
Decía Bastait, hasta titulaba así uno de sus libros, que existe ‘Lo que se ve y lo que no se ve’. Aunque el genial economista, ensayista y periodista francés se refería a la economía, eso mismo se puede aplicar a otros órdenes de la vida. Así, lo que se vería en este caso serían las dos mayorías absolutas que Haurie atribuye a Arriola, y lo que no se ve es los escaños extra que hubieran podido tener con otra estrategia. Pero lo más llamativo del artículo es que le atribuye al marido de Celia Villalobos el ascenso de los trotsko-bolivariano españoles, y lo hace de forma laudatoria.
Después de haber sostenido a Rajoy en el trono genovés pese a dos reveses electorales, lo ha bordado con la «operación Podemos». Sin la impagable asistencia de los grupos mediáticos más afines al pensamiento conservador, Pablo Iglesias allegaría concretamente cero votos. Su irrupción, ahí están las encuestas, ha aniquilado a IU y, lo que es más importante, ha desintegrado a la única alternativa posible de gobierno al PP.
Concluye:
La operación de Arriola, nada elegante pero endiabladamente eficaz, es un calco de la implementada por Mitterrand, que colmó de dinero y presencia mediática a Le Pen padre para desgastar a la derecha presentable. «Divide y vencerás», es decir, un plan más antiguo que el hilo negro.
El afilador de columnas ha vuelto algo tocanarices de sus vacaciones y no puede evitar recordar qué ocurrió con el apoyo de los socialistas franceses a Le Pen. A medio y largo plazo el ultraderechista Frente Nacional terminó quitándole tantos votos primero a los comunistas y después al Partido Socialista que propició varias victorias de la derecha. Y, hoy en día, esos ultras son un peligro para la estabilidad misma del sistema democrático. El divide y vencerás fue un experimento que terminó dañando a quien le favoreció y, en última instancia. ¿Seguro que es buena idea imitar esa estrategia? Eso, claro está, siempre que sea verdad que es Arriola quien haya tenido la idea de saturar las televisiones con Pablo Iglesias, Monedero, Errejón y algún otro miembro de su partido.
Cambiamos ahora a El Mundo, donde leemos a un Federico Jiménez Losantos que no cree precisamente una buena idea dar tanto altavoz al partido de Pablo Iglesias Turrión. Titula Tomar en serio a Podemos. Y casi al principio del artículo hay una crítica a Arriola y quienes siguen sus consejos.
Pues bien, Podemos es y quiere ser eso: Venezuela. Un país aburrido y exasperado, una clase política corrompida hasta el tuétano y un periodismo en busca de emociones fuertes. Algunas de las entrevistas que le han hecho este verano a Pablo Iglesias son de un entreguismo tan obsceno que sólo un imbécil puede creer sin importancia.
Aparte de la crisis en UPyD, que merece comentario aparte, tres son las claves del ascenso de Podemos: la absorción electoral de IU; la crisis del PSOE, hecho añicos por la corrupción andaluza y la asunción del guerracivilismo zapateril por Podemos; y la abulia del PP, que ha entregado los medios de comunicación a la izquierda y es incapaz de defender cualquier posición política, ideológica o moral.
Losantos ha vuelto de las vacaciones cargado de energía y lanzado sus dardos en el mismo sentido que antes de tomarse el descanso estival. Cierto es que algunas, por no decir casi todas, las entrevistas que se hacen a Pablo Iglesias son de un entreguismo absoluto. No nos extraña que cuando le entrevistamos en Periodista Digital se refiriera a nosotros, nada más salir de la redacción, como «territorio hostil». Y lo hizo tan sólo por el hecho de que se le hicieran preguntas que nadie le había planteado hasta entonces, como su relación económica con Venezuela, por ejemplo.
Entramos en materia catalana sin salir del periódico ahora dirigido por Casimiro García-Abadillo. Lo hacemos de la mano de Raúl del Pozo y su Artur, ‘descarallado’.
Antes del verano, Mariano Rajoy puso el carallo encima de la mesa y se mostró dispuesto a emplear todas las armas que le concede la Constitución para impedir una consulta ilegal. ¿Es que Mas ignoraba que el Estado, un predador frío, simbolizado en águilas y leones, es capaz en una semana de convertir a un padre de la patria en un taleguero? Aún se reserva el Estado el secreto del 90% de los sobornos, el pizzo mafioso de los últimos 40 años de nacionalismo.
Esto último nos parece muy grave. Si el Gobierno o cualquier otro poder del Estado tienen constancia de ese nivel de delitos debe denunciar y hacer que actúe la justicia, no esperar para hacer un uso político de esa información.
Asegura:
Habrá movida en Cataluña y firmeza en Madrid. Los catalanes sensatos no quieren hacer el ridículo y que otra vez las ansias de independencia acaben en collonadas como cuando Macià y Companys.
En fin, no queda tanto para ver qué ocurre.
Saltamos ahora a ABC, donde Félix Madero dedica al reto independentista catalán, y al tratamiento que recibe en los medios de comunicación Desenfoque total.
Aquí es donde uno aprecia la trampa y la defensa infantil que determinada Prensa quiere hacer colocando a los dos dirigentes en la misma situación. Uno, Mas, porque hará lo que prometió; el otro, Rajoy, porque responderá como ya ha anunciado. Y no es lo mismo, porque Mas prometió algo que por activa y pasiva, dentro y fuera de España le han dicho que es ilegal, que no se puede hacer. El otro, Rajoy, no responde con promesas electorales, simplemente se apoya en la ley para dar curso a un desafío político sin precedentes que es, y en eso si lleva razón el editorialista de «La Vanguardia», de alto voltaje.
Confieso que me inquieto cuando pienso si también los periodistas de uno y otro lugar [Barcelona y Madrid] estamos tan desenfocados que somos incapaces de distinguir entre una promesa y el significado de las leyes y su posterior aplicación y cumplimiento.
Para terminar tomamos el puente aéreo en dirección a la Ciudad Condal. Nada más aterrizar en Barcelona nos asomanos al auto proclamado ‘diario de la Catalunya real’, donde Ferran Monegal firma ‘Els Pujol’ canción de verano. Desde el principio hay una crítica a la televisión pública catalana que no hace tanto era difícil de imaginar en un diario catalán. A principios de 2014, y no digamos antes, ningún medio subvencionado de Cataluña se hubiera atrevido a criticar el control político de Tv-3. Hay cosas que sí cambian.
La canción del verano ha sido ‘Els Pujol’, tema que ha estado presente de manera principal todo el mes de agosto en todas las cadenas, exceptuando TV-3, claro. A la señora Victoria Álvarez, la ex de Pujol junior, la he visto en Las mañanas de Cuatro, en Al rojo vivo de La Sexta, en Espejo público de A-3 TV, en Hable con ellas de Tele 5, y hasta la sacó Inés Ballester en sus Mañanas de verano de TVE-1. Es probable que haya salido en más. Esta dama va soltando descargas con una puntería superior a la de Clint Eastwood en El bueno, el feo y el malo.
Tras repasar lo que se iba contando en las diferentes televisiones, concluye:
De toda esta ardiente actualidad que la tele nos ha ido ofreciendo este agosto, en TV-3 nada. Su canción del verano ha sido la sordera. La tapia. El muro de contención para evitar informar. Otra vez, aixó no toca.
Tal vez si desde los medios catalanes se hubiera criticado antes a TV-3 y el silencio cómplice con las corruptelas políticas no se hubiera llegado a ciertos extremos. Claro, que entonces también se decía, aixó no toca. ¿Recuerda Monegal cuando desde el mismo Periódico de Catalunya en el que él escribe se acusaba a la prensa madrileña de expandir mierda con el ventilador por informar sobre los chanchullos de los Pujol u otros líderes nacionalistas.
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