Acostumbrado a moverse entre bambalinas, disfrutando de su posición privilegiada de periodista de PRISA labrada durante años como alfombrilla del PSOE, primero bajo el cobijo de José Luis Rodríguez Zapatero y luego con Pedro Sánchez, Fernando Garea se hizo con la presidencia de la agencia EFE en sustitución de José Antonio Vera.
Un auténtico mini-ministerio con más de 1200 trabajadores, un imponente edificio de 18 plantas y 11.000 metros cuadrados en la Avenida de Burgos, y una asignación presupuestaria de casi 40 millones de euros.
«Asumo este reto difícil ilusionado, porque la agencia EFE es uno de los referentes informativos en cuanto a rigor y calidad», destacó el periodista de El Confidencial, medio que adelantó la noticia de su propuesta de nombramiento.
La cuestión es que ese rigor y calidad se está yendo por el sumidero del descontrol bajo la gestión de un Fernando Garea a quien el cargo le queda demasiado grande.
Esto pudo comprobarse con la garrafal metedura de pata de este 11 de octubre de 2018 cuando EFE despachó un teletipo con las medidas acordadas entre PSOE y Podemos para un acuerdo de Presupuestos.
No pasó desapercibido que en el apartado de violencias sexuales apareciera textual lo siguiente:
«Ley de violencias sexuales de podemos nos La Cogen entera»
‘La cogen entera’ significaba que la información era un copia y pega de un borrador del acuerdo filtrado por Podemos.
En otras palabras, que se lo habían pasado a Garea desde la formación de Pablo Iglesias y al copiarlo textual y con erratas lo dejaban «con el culo al aire» como confirman fuentes internas de EFE a PD.
Un copia y pega de escándalo que abochornó a los redactores más veteranos de la agencia: «No vi una cosa igual en mi vida», dice un periodista de la casa con muchos años de periodismo a la espalda. «Se la han metido doblada al PSOE, vamos».
Al recibir el borrador filtrado por Podemos, Garea se lo pasó a un subordinado y ahí comenzó el desastre. No pasó los filtros de calidad que se le suponen a una información de ese calado y el resultado es que les pillaron con el carrito del helado.
El incidente tiene otra lectura más política: un flaco favor de la agencia EFE a Pedro Sánchez al dejar en evidencia que es una marioneta en manos de los podemitas, que les colaron al PSOE en el Presupuestos hasta las erratas.
El malestar en Ferraz con la ‘cagada’ de Garea le ha puesto en el punto de mira.