Al Gran Wyoming le gusta bromear en ‘El intermedio’ sobre la competencia, por la coincidencia de horarios, que mantiene con ‘El Hormiguero’ de Pablo Motos en Antena3. Salvador Sostres ha dejado el 29 de mayo de 2012 cual es su preferencia. Lo ha hecho en su blog de El Mundo, en una entrada titulada precisamente El Hormiguero, y no sólo se ha referido a los programas, también ha comparado a ambos presentadores y, de paso, a Andreu Buenafuente. Para Motos todo son elogios, con los tros dos muestra una dureza implacable.
A Sostres no le extraña que Charlize Theron no se sintiera «cómoda» en ‘El Hormiguero’ —La maciza Chrlize Theron ridiculiza ‘El Hormiguero’ de Pablo Motos–. De hecho, dice: «que una actriz se sienta confundida no es ninguna novedad: sólo hay que ver lo que votan». Acto seguido, el columnista catalán pasa a comparar programas y presentadores:
«El Hormiguero» me parece un muy buen programa. Un humor inteligente y sorprendente, que no se basa en herir a nadie, que no se sustenta en los tópicos de siempre. «El Hormiguero» es lo contrario de «El Intermedio». El de La Sexta se cree inteligente pero destaca por su brevedad, se cree profundo y es un frívolo, se cree audaz y su limitación intelectual es la de una pancarta. Lo único sorprendente es que el tal Monzón, con tan pocas neuronas, tan poquitas ellas, haya llegado hasta aquí.
También se muestra implacable con Buenafuente, del que dice que también «se creyó en un momento determinado un intelectual, y haciendo ver que se hacía el tonto creía hacerse el listo, cuando en realidad la primera impresión de la tontería era la cierta. No era tan panfletario como Monzón pero era más cobarde».
Sobre Motos y su programa, su opinión es radicalmente diferente:
Pablo Motos conduce el programa con gracia y ritmo, con un humor refinado y sutil, elaborado, trabajado más allá del chiste o del juego de palabras.
Pablo Motos no me quiere demostrar todo lo que sabe y es infinito el agradecimiento que por ello le profeso; tampoco pretende insultar a la Iglesia o al PP o a los judíos o a los americanos en cada frase que pronuncia, independientemente de lo que luego piense o vote, lo que sin duda resulta una insólita novedad en el panorama televisivo español.
El columnista concluye:
Pablo Motos es un excelente profesional y su programa es uno de los mejores del momento, por no decir el mejor. Es joven, tiene fuerza, le sobra talento para caer en la vulgaridad, tiene buen gusto, y o bien es un chico humilde o bien sabe disimular; lo que para el caso es exactamente igual.