La tertulia de ‘La Marimorena’ (13TV) del 9 de marzo de 2014 provocó que a sus telespectadores se les hiciera la boca agua. Y no era para menos, ya que se volvió a poner negro sobre blanco las prebendas de quienes ostentan un cargo público con respecto a los ciudadanos de a pie. El programa tuvo como invitado al redactor de El Mundo, Pablo Rodríguez Suances, quien hizo un rápido recorrido sobre cómo los que lo ganan bien (diputados nacionales y autonómicos) pagan menos por los caprichos gastronómicos que el resto de los sufridos contribuyentes.
Carlos Cuesta, en su estilo fresco e irónico, introdujo la pieza a comentar y el posterior debate:
«Atención, cuando vas a una sede pública, a un ministerio o a determinados sitios es que sale muy barato comer. El pequeño problema es que les sale a ellos. ¿Quiénes lo pagamos? Nosotros».
Los datos aportados dicen que en el Ministerio de Empleo se puede comer por 3,40 euros, en el Congreso por 4,50 o en el Ministerio de Hacienda por 5 euros. A lo que Cuesta preguntó:
«Pablo, ¿tú puedes comer en algún sitio de Madrid por 3,40 euros?»
Pablo Rodríguez Suanzes: «No puedo con ese precio ni siquiera desayunar. Pero, ¿sabes por qué el precio para comer en el Ministerio de Empleo es el más barato? Porque tiene una diferencia respecto a los demás. Los demás tienen contratas con empresas privadas y el Ministerio de Empleo, no. En este departamento tienen a su propio personal y ellos son los que organizan las comidas a través de subvención directa. Lo otro se hace con contratas, garantizando que vayas a tener tantas comidas, no vas a tener que pagar alquiler, no vas a tener que pagar agua o incluso no vas a tener que pagar limpieza y eso hace que se baje el precio».
Carlos Cuesta: «¿Y quién puede comer en estos ministerios?»
Pablo Rodríguez Suanzes: «Pues depende del caso y del ministerio. En algunos casos todos los que van allí, en otros sólo los empleados y familiares directos y otros, como el caso del Senado, que sólo es para los empleados que trabajan ahí».
Sin embargo, en una tertulia donde se cuenta como colaborador con el periodista Aingeru Usoz, lo más seguro es que al final éste sea el que tome la voz cantante (y discrepante) y acabe eclipsando el debate. En esta oportunidad tampoco volvió a decepcionar a sus fieles parroquianos y hasta defendió el derecho a los ‘pelotazos’ subvencionados en el Congreso de los Diputados.
Pablo Rodríguez Suanzes: «El Estado no es una empresa normal, si una empresa consigue que una empresa privada le proporcione un servicio a 5 euros le aplaudimos por lo bien que lo ha gestionado. El Estado es una empresa ingente de más de 2,5 millones de empleados que le quitan la competencia a las empresas privadas y todo esto está subvencionado a través de las subvenciones o, lo que es más inquietante, a través de qué. ¿Qué empresa está dispuesta a hacer a ese coste o incluso a perder dinero proporcionar un servicio público a una administración? No hay ninguna.
Aingeru Usoz: No estoy de acuerdo. Los 2,5 millones de funcionarios y empleados públicos le estén quitando el negocio a las empresas privadas. A mí no me parece un tema escandaloso. Y en cuanto a los gin tonic, a mí no me parece tan mal que un diputado se pueda tomar una copa.
Carlos Cuesta: Espera, espera, que entramos en el ‘momento Aingeru’. ¿A ti te parece perfecto que un diputado entre en el pleno después de meterse un gin tonic?
Aingeru Usoz: A mí no me parece mal. Y sobre lo de los menús, sinceramente, comemos más de la cuenta y que con comer la mitad de lo que comemos, nos alimentamos suficientemente.
Carlos Cuesta: Definitivamente, ya hemos entrado en encuentros en la tercera fase