Rivera: "Aquí hay dos periodistas que merecen mi respeto. Entiendo que cuando somos candidatos los periodistas nos hacen preguntas, y cuando vamos a la tele, hay preguntas y respuestas"
Por fin aparecía Tania Sánchez en una tertulia televisiva después de salir triunfante en las primarias de su partido Izquierda Unida como representante para la Comunidad de Madrid, un proceso que le ha costado por el camino varios puntos de pérdida de credibilidad por un asunto incómodo: una serie de informaciones que la han acusado de haber votado a favor de una concesión a familiares del Ayuntamiento de Rivas en el que figuraba como concejala.
Inmersa en el proceso de primarias y como foco de las noticias surgidas sobre ellam había quedado Tania Sánchez recluida en un segundo plano durante unos días, cuando se ha convertido la política de IU en una tertuliana habitual de varios espacios televisivos. Su paso por ‘El Programa de Ana Rosa’ en la mañana de 5 de diciembre de 2014, conllevaba el inevitable tratamiento del tema para una Tania teniéndose que defender del resto de contertulios.
El periodista Arcadi Espada (El Mundo), llevaba marcado en la frente que sería el azote de la pareja sentimental de Pablo Iglesias en esta edición del programa, siempre contundente en sus preguntas y apreciaciones. Acompañado por el político de Ciudadanos, Albert Rivera, y por el periodista de El País, Fernando Garea, además de la moderadora Ana Rosa Quintana, el duro debate estaba servido.
Así arrancaba la protagonista su explicación:
Tania Sánchez: «Hay un batiburrillo de información en todo lo que se ha dado, relaciones familiares, y al final todo lo que se está poniendo encima de la mesa yo lo acabaría llamando Operación Sospecha. Es como contar un montón de cosas mezcladas que modifican palabras, conceptos, que cuentan cosas que no son como son, que cuentan mentiras como La Razón que ha tenido que rectificar, para que al final quede un halo de sospecha. Yo estoy contenta porque hay una Comisión de Investigación, que no la hay en múltiples casos donde hay acusaciones de que dinero público se haya desviado, que en ningún caso eso se ha producido…»
Interrumpía al cabo de un rato Arcadi Espada, cansado del mitin de la política:
«Qué bien que aprendas lo de la sospecha. Y sobre todo en tu caso, en esta cosa sensacional que significa que vengas y te desdobles, y hables tanto del mundo como de ti. Lo único que le digo es que por fin está experimentando en carne propia lo que significa extender como hace ella sistemáticamente y los de su partido, y como acaba de hacer ella misma sobre Bankia y sobre Rato que evidentemente no está aquí para defenderse… ¡Me gusta mucho que experimentes el halo fétido de la sospecha!»
Hechas las presentaciones, el encontronazo estaba por llegar:
Tania Sánchez: «Yo estoy contenta porque de todo lo que se ha soltado de mi persona hay una Comisión de Investigación, está todo encima de la mesa porque no hay nada que ocultar, y después de todo este batiburrillo que se ha sacado, la conclusión es que […] Tania Sánchez no es perfecta y estuve en una reunión en la que no debí estar, que no modifica en absoluto esa adjudicación».
Ana Rosa: «Haz las preguntas que quieras, Arcadi».
Arcadi Espada: «¿Tu hermano tiene una cooperativa sociocultural?»
Tania Sánchez: «Ahora mismo no».
Arcadi Espada: «Bueno. ¿La tenía en 2008?»
Tania Sánchez: «Esto yo, un interrogatorio no voy a permitir, Ana Rosa».
Arcadi Espada: «Está bien. ¡Eso es lo que les pasa! Que no permiten interrogatorios…»
Tania Sánchez: «Arcadi, ¿sabes lo que pasa?»
Arcadi Espada: «Que no permites preguntas».
Tania Sánchez: «Tuyas no».
Arcadi Espada: «¡Esto es muy importante! Tania no acepta preguntas de un compañero de programa… Eso es exactamente lo que pasa con ellos siempre. Con los que arrinconan en la esquina son despiadados».
El discurso definitivo y aclaratorio de la situación, a cargo de otro político en la mesa, Albert Rivera:
«Yo también soy de otro partido político y cargo público, no voy a hacer juicios de valor, y entiendo que cuando somos candidatos los periodistas nos hacen preguntas, y cuando vamos a la tele, hay preguntas y respuestas. Aquí hay dos periodistas que merecen mi respeto. Algunos queremos cambiar las cosas y tenemos que aceptar que las sospechas la mejor manera de desvanecerlas es con argumentos».