Esta temporada de ‘Polonia’, uno de los programas estrella, de TV3 había empezado ‘floja’ por sus pobres caracterizaciones de de Pablo Casado y Albert Rivera por debajo del nivel de excelencia que tenían otras. En los últimos programas ese punto ha mejorado por las caracterizaciones de Javier Ortega Smith y Santiago Abascal, de Vox, que si tenían más parecido con los reales parodiados y, principalmente, por el patadón a Toni Albá, cuyo enloquecimiento había sido tolerado durante demasiado tiempo.
El programa sigue igual de sectario que siempre: parodia a todos, pero mientras que en el independentismo se limita a parodiar sus peleas internas, a todos los no independentistas, desde José Borrell a Inés Arrimadas se les presenta como monstruos racistas que odian todo lo catalán, transmitiendo la idea de que hay dos bandos: «los entrañables y desordenados independentistas» frente a los «monstruos racistas españoles», algo que, diga lo que diga Carles Francino, no es ni de lejos ser equilibrado.
Aparte de que el programa no es coherente con las ideas que ellos mismos transmitían en el pasado. En un gag del 11 de abril de 2019 presentaban a un PP que estaba llenando el partido de ultraderechistas y racistas anti-catalanes, presentando a Cayetana Álvarez de Toledo como una loca a la que le da asco el acento catalán. Pero… según ‘Polonia’… ¿No era ya el PP racista anticatalán en los tiempos de Ángel Acebes? ¿Cuántos gags hicieron contra él? ¿Cómo se va a ‘volver anticatalán’ si según ellos ya lo era?
Mención aparte merece Susanna Griso, probablemente la presentadora más machada por ‘Polonia’ con una brutalidad mucho mayor que Ana Rosa Quintana o cualquier otro. El único argumento posible es que su condición de catalana indigne a los independentistas que la deben considerar una traidora.
Lo absurdo es que ahora acusan a Griso de sacar demasiado a Vox, hasta anteayer todas las parodias de TV3 contra Griso eran que llevaba demasiado a gente de Ciudadanos, hasta Pilar Rahola soltó en Rac1 el muy machista comentario de que ‘debía estar enamorada de Alber Rivera’. Y ahora, los mismos de TV3 dicen que a quien sacan demasiado es a Vox. ¿En qué quedamos?
Pero lo más atrevido del programa fue que parodiaban a una Susanna Griso que estaba tan obsesionada por la audiencia que sólo sabía hacer dos cosas: o hablar de niños que caían en pozos o de Vox. La imitadora de la presentadora lucía una aplicación en su móvil que le informaba de ‘accidentes de pozo’ y, finalmente para poder tener audiencia se le ocurría empujar a Santiago Abascal en un pozo para unir así en una misma pieza las dos cosas que, según TV3, le obsesionaban: pozos y Vox.
Arriesgado gag… Por muy mal que le caigan a los guionistas de Polonia Vox y Griso… ¿No es arriesgado hacer parodia con algo tan trágico como la caída mortal del niño Julen por un pozo?
Por otro lado, sólo hace dos semanas que han incluido a Abascal como personaje y ya le han sacado amenazando con su pistola a Joan Tardá como si fuera un terrorista, acostándose con su caballo y siendo arrojado por un pozo… si aprietan tanto el acelerador con el líder de Vox, en breve ya no les quedarán demasiadas barbaridades para parodiar a este personaje.
El programa incluyó un gag musical sobre ‘las cloacas’ con ataques a Mariano Rajoy, a Jorge Fernández Díaz y a Eduardo Inda (y a Pedro Sánchez por permitirlo). Con el innegable talento de todos los musicales de ‘Polonia’, pero con una letra que parecía escrita por los independentistas. (Seguramente no es que lo ‘parezca’).
Son radicales, pero no tontos. La letra de la canción has informes contra Artur Mas, Xavier Trías o Pablo Iglesias, pero ‘evitaba’ citar los de la familia Pujol. Claro, de esos ya no pueden decir que eran falsos. Ah, y ‘Polonia’ que tantos gags ha hecho del supuesto buen trato de la justicia hacia el PP ha omitido referencia alguna a la situación judicial de Jordi Pujol Jr. y Oriol Pujol, una ‘selección’, que también de formar parte de ese ‘equilibrio’ de TV3 del que tanto se habla.