Coincidencia argumental en La Sexta, Trece y TVE al ‘regañar' a los dos millones de personas que optaron por confiar en la formación verde
«¡La presencia de Vox ha triturado por dentro a la derecha en España!», exclamaba Antonio García Ferreras, que, simulaba que le importara mucho la salud de la derecha española.
El director de laSexta de Atresmedia repetía su estrategia habitual de asegurar que dirigentes del PP le decían en secreto que compartían lo mismo que él: «¡Un dirigente del PP me decía, Vox nos puede matar. Pero no al PP, a la derecha española!». «¡Para esto ha servido Vox!», aseguraba el reportero Junqueras, que le había dicho otro anónimo pepero.
En Trece, el canal de televisión que viene mostrando más cercanía umbilical con Génova 13 Antonio Jiménez regañaba a los dos millones de votantes de Vox por no haberle hecho caso:
- «¡Cuantas veces llevamos diciendo en los medios que la fragmentación del voto perjudicaba al PP, menos a aquellos cerriles que no querían enterarse!»
- «Las elecciones no se ganan llenando pabellones ni Plazas de Toros, y algunos creían que sí».
Antonio Jiménez repetía esa idea una y otra vez, entonando el clásico «si ya lo había dicho yo» y concluyendo que «esos 24 diputados de Vox serán irrelevantes».
Lo más llamativo del responsable de ‘El Cascabel’ es que usaba terminología más propia de La Sexta o de TVE al hablar de ‘extrema derecha’ refiriéndose a Vox:
«Las elecciones se ganan desde el centro, taponando la vía de la ultraderecha, por eso Aznar gana en 1996», el propio sociólogo en el plató de Trece, Manuel Mostaza, le recomendó que no usará el término ‘ultraderecha’ para referirse a los votantes de Vox, a lo que Jiménez aceptó por cambiar por ‘cafeteros’ o ‘duros’.
«Vox es un partido tóxico»
En laSexta los más duros contra Vox no eran los del sector progre, sino los ‘genoveses’ y, a pesar de que Vox ha irrumpido con grupo propio en el congreso, todos iban a zurrarles.
María Claver, ex jefa de prensa de Margallo y lectora del discurso de Colón aseguraba que esos 24 diputados eran «un resultado pésimo para Vox» y que su irrupción era una catástrofe», culpando al partido de Abascal del hundimiento del PP. «Este experimento ha salido no mal, sino muy mal».
El ex director de ABC, José Antonio Zarzalejos, subía la temperatura contra Vox en La Sexta: «Vox es tóxico y ha venido a destruir a la derecha española».
Pedrojota Ramírez, de El Español, suscribía la teoría de su antaño competidor Zarzalejos desde ABC asegurando que Vox no era enemigo del PSOE sino del PP y que había sido en la práctica el mejor aliado de Pedro Sánchez. Lo mismo iba a escribiendo Ramón Pérez Maura en la edición digital de ABC repitiendo que ‘votar a Vox es votar a Sánchez’.
En ‘El Cascabel’ Luis Arroyo recurría al lenguaje más tabernario para hablar de que Vox ‘había tenido un gatillazo’ sexual en los resultados, ‘no se puede ser tan machote, los de Vox se creían que los tenían más grandes que nadie». Cuando le reclamaron que moderaran el lenguaje aseguró que así es como hablaban los votantes a Vox (se ve que los conoce en profundidad).
¡Con Soraya esto no hubiera pasado!
Es destacable que todos los tertulianos próximos a Génova se esmeraban en evitar cualquier responsabilidad en el hundimiento del PP a Mariano Rajoy y a su ejecutoria tanto en el Gobierno con el partido, su nombre ni fue citado.
Quien sí fue citado fue Soraya Sáenz de Santamaría, desde la cadena de la Conferencia Episcopal, Cristina López Schlichting reivindicaba a la ex vicepresidente:
«Habría que preguntarse si el resultado del PP con Soraya Sáenz de Santamaría hubiera sido diferente». ¿Por qué según ella Soraya tenía más carisma? No, era por algo un tanto más básico: «¡Porque Soraya era una mujer y eso hubiera tirado mucho».
El director de informativos de la COPE, José Luis Pérez, en cambio apostaba por otro caballo: «Vox no ha sacado nada en la tierra de Feijoo». El aludido daba una rueda de prensa para diferenciarse de la estrategia nacional.
No se sabe cuándo estallará la guerra de poder en el centro-derecha, pero el juego de posicionamientos de los periodistas y tertulianos para colocarse y buscar cobijo hace tiempo que empezó. Y si Vox aspira a seguir en política, sabe que va a seguir teniendo una buena turba mediática en frente.