Ahora se entiende el gusto de Pablo Iglesias por acudir a alguna que otra herriko taberna.
La última gala de los Premios Goya dejó un mal sabor de boca en formaciones como Podemos.
El fundador de ese partido, metido ahora a empresario audiovisual y tabernero, no se molestó en disimular la rabia que le produjo el hecho de que la película ‘La Infiltrada‘, que saca la cara más siniestra de la banda terrorista ETA, fuese premiada como la mejor película junto a ‘El 47‘.
En Canal Red, una tal Irene Zugasti, a la que conocerán en su casa a la hora de comer, lanzó está soflama contra la cinta ganadora asegurando que ese galardón era negativo y peligroso.
«La Infiltrada es una película que romantiza las infiltraciones policiales en Euskal Herria y el espionaje a la sociedad vasca. Es reaccionaria y peligrosa»@irezugasti analiza la gala de los Goya y las películas ganadoras 👇🏽
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Lo mejor de todo es que encima esta analista demostró que de cultura anda al mismo nivel que la moto de Ángel Nieto:
Lo que me pareció ya el colmo fue ese premio ex aqueo, una palabra que aprendimos el sábado, que se sacaron de la manga con la película de ‘La infiltrada’, que era un poco como el ticket político. Podéis protestar un poquito por todo lo demás, podéis hablar de migración, de fascismo, podéis hablar de vivienda, pero os vais a comer ‘La infiltrada’.
Por supuesto no faltó el ataque contra esos policías que se jugaron la vida por desarticular desde dentro a los comandos de la banda terrorista:
‘La infiltrada’ es una película que romantiza las infiltraciones policiales en Euskal Herria y el espionaje a la sociedad vasca. Me parece una de las películas más peligrosas que se han hecho en los últimos años, que nos pretende hacer empatizar con los agentes policiales infiltrados en un momento en el que estamos sabiendo que hay a día de hoy infiltraciones en movimientos sociales, en colectivos políticos, en organizaciones del Estado, con Marlaska como ministro del Interior y que encima la productora, la socia de Santiago Segura, el amigo de Torbe que ahora hace cine familiar, nos viene a dar una lección sobre memoria histórica reciente y ya me ha parecido de risa. Memoria histórica la de la cal viva, la de las torturas y asesinatos policiales o la de las infiltraciones actuales y de esa nunca hacemos memoria histórica.
Entonces yo creo que cuando se hacen reivindicaciones políticas en un espacio así hay que hacerlas con un sentido. Hablas de vivienda, bueno pues fíjate, infiltrados había los movimientos de vivienda precisamente.
