Arístegui se plantea plantarle cara a Rajoy en el Congreso de Valencia

(PD).- Lo que está claro, y con la voltereta que ha dado María San Gil, es que en el PP las aguas bajan turbias. Y peor conforme se acerca el Congreso de Valencia. Gustavo de Arístegui, que fue relegado en las elecciones generales, pese a sus brillante actuación, a ir en las listas por Zamora, están planteando dar la batalla a Rajoy. El diputado del PP podría incluso presentarse él mismo como candidato alternativo para liderar el PP.

¿Qué trama Gustavo de Arístegui? Es la pregunta que desde hace días recorre los pasillos del Congreso. Nadie en el Grupo Parlamentario Popular duda en encuadrar a su portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores en ese grupo de rebeldes que cree que ha llegado la hora de buscar recambio a Mariano Rajoy y dar paso a la Generación perdida: ese término acuñado por el diputado Alejandro Ballestero -como ya informó este periódico- para referirse a la generación de entre 40 y 50 años a caballo entre la de José María Aznar y la de Soraya Sáenz de Santamaría, según cuenta El Semanal Digital.

El propio Arístegui, Ballestero y otros diputados como el almeriense Rafael Hernando llevan semanas jugando sus bazas en la casa de los leones para intentar convencer al resto de su generación de que ha llegado su momento. Hasta ahora lo habían hecho en voz baja, pero a lo largo de esta última semana los insurgentes han comenzado a hacerse notar con sus declaraciones en los medios de comunicación.

Y en esa maniobra Arístegui está jugando un papel destacado. Tanto que en el Congreso comienza a cobrar fuerza el rumor de que él mismo o algún tapado próximo a sus postulados podrían presentar candidatura al Congreso Nacional de junio y plantar cara a Rajoy. En caso de que éste anuncie su equipo y no les convenza o de que no lo anuncie hasta la fecha límite.

¿Tendría posibilidades?

Todos los diputados consultados por Elsemanaldigital.com son conocedores de ese runrún, aunque la mayoría están convencidos de que ni Arístegui ni nadie de su perfil obtendrían los apoyos necesarios para presentarse. «Si Esperanza Aguirre no lo hubiera conseguido, ¿cómo va a hacerlo Gustavo?, señala uno de sus compañeros de filas. «No tiene ninguna capacidad de respaldo ni de movilización. ¿Dónde iba a ir él, un cunero que nunca se ha sometido a un proceso de elección interna y siempre ha sido designado a dedo?», añade otro popular que, por edad, estaría dentro de esa Generación perdida.

Puede que Arístegui, Hernando y algún otro sólo quieran «sembrar dudas», como opinan muchos de sus compañeros de escaño. Pero el caso es que el diputado por Zamora está haciéndose oír más que nadie últimamente. Comenzó la semana el martes en Los desayunos de TVE, pidiendo al líder del PP que dé a conocer cuanto antes su equipo. Al poco de su intervención en la televisión pública se dejó ver por el Congreso. Dicen los diputados que hablaron con él que estaba «pletórico», feliz con el «recadito» que le había mandado a Rajoy.

Sólo un día después volvió a la carga con aquello de «si Rajoy tuviese de número dos a Chikilicuatre y su guitarra no le votaría nadie», frase que pronunció en Onda Cero. Pero lo que terminó de indignar a muchos de sus compañeros fue una entrevista que concedió el jueves por la noche al programa La nit al dia, de TV3.

¿Qué quiso decir?

Durante más de media hora, Arístegui sembró demasiadas dudas ante una presentadora, Mònica Terribas, que se esmeró por sonsacarle qué se está cocinando en los pasillos del Congreso. Al principio el diputado parecía dejarlo claro. «¿No descarta, si hubiera primarias, presentarse?», preguntó Terribas.

«Yo en este momento no estoy en eso», contestó él. Pero durante el transcurso de la entrevista pronunció frases tan ambiguas como «quedan siete semanas para el Congreso. Eso es mucho tiempo, pueden pasar muchas cosas todavía». «¿Quién es el caballo ganador?», insistió la periodista. Después de un silencio, Arístegui se arrancó: «Yo creo que… en fin, puede ser Mariano o puede ser otro».

Cansada del toma y daca, al término de la entrevista Terribas le dijo: «Sé que en la cabeza tiene unos nombres y no me los dice». A lo que su entrevistado respondió: «Es que no puedo». «Es evidente que allí hay ruido de fondo y que ahí va a haber algo que va a pasar y que ustedes están preparando el discurso», añadió ella. Se tiren finalmente o no a la piscina los descontentos, a nadie dentro del partido se le escapa que el río suena.

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