Bernat Soria, «un bufón de corta duración»

Bernat Soria, "un bufón de corta duración"

(PD).- Sin entusiasmo ha sido acogido el recambio de ministros efectuado por Zapatero. Pero no sólo se ha hecho leña de los nuevo brotes; también de los árboles caídos. Solbes y Maleni se ha llevado la palma, pero Molina, Cabrera y Bernat Soria se han llevado lo suyo. «Miembros y miembras para sustituir a las miembras y miembros que se van. Sorprende la escasa permanencia en la titularidad de Sanidad de Bernat Soria, pero los bufones son siempre de corta duración».

El malhadado quinquenio de poder protagonizado por José Luis Rodríguez Zapatero nos ha enseñado que, en lo que se refiere a sus iniciativas políticas, cualquier sospecha resulta escasa; cualquier temor, fundado; cualquier irregularidad, posible y cualquier acierto, casual. Por la misma razón que los olmos no dan peras, el líder socialista no pudo prevenir las crisis que ahora nos acongojan y no ha sabido reaccionar para atajarlas.

Martín Ferrand, en ABC, escribe: «Ahora, sus amigos, más perversos que sus adversarios, han empañado los oropeles de su última gira europea y, sin tiempo para refocilarse en su condición de «amigo» de Barack Obama, ha tenido que anticipar una crisis de Gobierno que tiene el aspecto de una inmensa rectificación«.

Sigue el prestigioso analista del diario de Vocento:

Aunque Zapatero nos anunció ayer un «cambio de ritmo», no una modificación esencial de la partitura que viene interpretando, los nombres que ha elegido para su nueva etapa permiten augurar algo más. El escalón vicepresidencial de La Moncloa tenía hasta ahora, por mitades, dos titulares bien distintos. Una gestora política y un técnico económico. María Teresa Fernández de la Vega, disminuida en sus funciones y reforzada en su influencia, sigue en donde estaba; pero a Pedro Solbes, por quien nadie derramará una lágrima de despedida, le sustituyen dos vicepresidentes rotundamente políticos. La especialización y la técnica quedan para segundos y terceros niveles de la gestión.

Y concluye:

Elena Salgado y Manuel Chaves, alumnos aventajados en la escuela de Felipe González, son políticos en estado puro. Algo muy de celebrar. En tiempos de tribulación, contra lo que predicaba Ignacio de Loyola, es cuando hay que hacer mudanzas. Los técnicos no están, ni sirven, para eso. Los políticos pueden fracasar, pero solo de ellos cabe esperar un acierto pleno.

La sustitución de Magdalena Álvarez, tan ridícula como altanera, es una reconciliación con el sentido común y José Blanco, gran obrero de la política, puede enderezar el gran Ministerio del gasto y la inversión públicos. Lo demás es mera figuración. Miembros y miembras para sustituir a las miembras y miembros que se van. Sorprende la escasa permanencia en la titularidad de Sanidad de Bernat Soria, pero los bufones son siempre de corta duración. Antes de que se cumplan tres años que le quedan a la legislatura, conoceremos nuevos ministros. Quizás también entonces podamos decir que los que llegan parecen mejores que los que se van.

ARTÍCULO VÍA ABC

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído