Pedro Sánchez y su jaleador, Pablo Iglesias, tienen un serio problema de memoria o, más bien, de desmemoria. Con la llegada al poder del Gobierno social-comunista se está procediendo cada día a buscar cuestiones de las dos legislaturas de Mariano Rajoy para arrear al Partido Popular, especialmente en material social y laboral.
Como si fuese un mantra que hay que repetir a todas horas, el presidente del Gobierno de España se lanzó como un poseso contra los populares a los que acusó de haber incluido en la reforma laboral que era posible despedir a un trabajador pese a estar con una baja médica.
Y, por supuesto, su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, cual aprendiz del Pinocho supremo de La Moncloa, se apresuró a subir a su cuenta de Twitter un mensaje de seguidismo y a hacer ver que está del lado de los empleados y de lo mala y perjudicial que ha sido la derecha para este país. ¡Literatura en estado puro!
El PP introdujo en su reforma laboral el despido por baja médica, que llevaba a la gente trabajadora al extremo de tener que ir a trabajar incluso enferma. Mañana esta aberración será derogada.
Seguimos dando pasos firmes para recuperar derechos arrebatados en la década perdida.
— Pablo Iglesias ? (@PabloIglesias) February 17, 2020
UNA MEDIDA QUE VOTÓ EL GOBIERNO….¡¡¡DE ZAPATERO Y CON SÁNCHEZ COMO DIPUTADO ‘PULSA BOTONES’!!!
El problema para Pedro Sánchez y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, es que una mentira, por mil veces que se repita, no se transforma en verdad, por mucho que puedan tener el control de los medios y de las principales redes sociales, perfecto conducto para la difusión de insidias y trolas de este par de haraganes.
¿Saben quién incluyó en la aprobación de la reforma laboral la posibilidad de que los trabajadores con bajas médicas pudieran ser despedidos? Sí, efectivamente, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2010.
Pero, como sucedía con los famosos dibujos animados, no se vayan todavía, que aún hay más. ¿Saben quién formaba parte del Grupo Parlamentario Socialista? ¡Bingo! Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el actual presidente del Gobierno de España, que en 2010 ejercía de perfecto bedel y era nada más que un mero ‘pulsa botones’ y un obediente diputado a lo que dijese el jefe Zapatero.
Los socialistas decidieron que con esta condición era lícito poner a un empleado de patitas en la calle:
siempre que el índice de absentismo del total de la plantilla del centro de trabajo supere el 2,5% en los mismos periodos de tiempo.
Tuvo que ser precisamente un Gobierno de derechas, el del Partido Popular de Mariano Rajoy quien tuvo que retocar este principio que no discriminaba entre un absentismo ordinario o el que se producía obligado por una larga enfermedad como pudiera ser un cáncer.
El Ejecutivo conservador eliminó de esa ecuación la posibilidad de que pudieran ser despedidas de su empleo aquellas personas que tenían que someterse a tratamientos en su lucha contra el cáncer o contra enfermedades de extrema gravedad.