El gabinete de comunicación del presidente anunciaba el pasado 11 de marzo que Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, se unía al grupo de contagiados por coronavirus en España.
La mujer de Sánchez fue una de las primeras personas cercanas al Gobierno que se contagiaron de coronavirus. Mientras centenares de miles de españoles y miles de sanitarios no tenían acceso a los tests, el equipo médico de La Moncloa le realizaba la prueba, que daba positivo. Sin embargo, no fue hasta 48 horas después cuando decidieron hacerlo público: estaba infectada por Covid-19.
La esposa del presidente, que participó activamente en la manifestación del 8-M, corrió la misma suerte que la vicepresidenta Carmen Calvo y las ministras Irene Montero y Carolina Darias. Son, que sepamos, las socialistas y podemitas ‘notables’ que se contagiaron tras aquella manifestación.
Desde ese día nada se supo del estado de salud de la mujer del presidente. Fuentes de Moncloa afirmaban a Periodista Digital que existían órdenes estrictas de “no comentar nada relativo a la familia del presidente».
Pese a la imposición del silencio oficial, sí sabemos ahora que la ‘primera dama’, no contagiaba ni a su marido, el presidente del Gobierno, ni a ninguna de sus dos hijas y sí hubo algunos medios que apuntaron a que la madre de Gómez podría haberse infectado también por el coronavirus.
Pero el aislamiento, ni siquiera el sufrimiento, de la mujer de Pedro Sánchez ha sido muy distinto al de resto de los casi 300.000 españoles infectados. Begoña Gómez, atendida por un equipo de médicos, ha pasado la enfermedad y uno de los aislamientos más privilegiados de España. Como si de una reina se tratase (Doña Letizia también sufrió un aislamiento preventivo tras haber estado en contacto con Irene Montero), ha gozado de todas las comodidades de un Palacio.
No ha estado encerrada entre cuatro paredes, estuvo ‘recluida’ en determinadas estancias de la Moncloa, un palacio de estilo neoclásico de más de 2.000 metros cuadrados, en las que pudo hacer uso de ocho habitaciones, nueve baños y tres vestidores… ¿para qué las incómodas estrecheces de un pisito normal?
Todo el Palacio de La Moncloa, como complejo, alcanza las 200 hectáreas, y la ahora residencia de Begoña Gómez, además de los 2.000 metros cuadrados, cuenta con otros tantos repartidos en seis jardines privados, donde tanto ella, como Sánchez y sus dos hijas han podido salir a hacer deporte, pasear y tomar el sol, suponemos que cumpliendo las estrictas normas que todavía hoy Madrid (en Fase 0 hasta este lunes 25) sufre, esto es: manteniendo las distancias de seguridad previstas en los protocolos y las franjas horarias establecidas para la actividad deportiva.
Esperemos que, por el contario, no hayan tomado ejemplo del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que en reiteradas ocasiones se ha saltado la cuarentena.
