El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha estado este viernes 14 de mayo de 2021 en las instalaciones del laboratorio farmaceútico Rovi, en la capital granadina, donde actualmente se fabrica el principio activo de la vacuna de Moderna.
Sin embargo, según varios vídeos subidos a las redes sociales, su visita no empezó con buen pie, ya que varias personas lo recibieron con el grito de «sinvergüenza» y otras lindezas.
El jefe del Ejecutivo acudía a las instalaciones en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada de Laboratorios Farmaceúticos Rovi acompañado por la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Granada recibe a Sánchez a gritos de «SINVERGÜENZA» https://t.co/30zZhDCf5i
— M Brno (@BrnoMerlos) May 15, 2021
Pedro Sánchez hoy en Granada ? Nadie lo quiere, ni la familia. pic.twitter.com/xCZoWhrBPe
— vhsrnews (@vhsrnews) May 15, 2021
Tengo entendido que Sánchez ha sido hoy recibido con mucho cariño en Granada. Se han limitado a gritarle ¡Sinvergüenza!
— Alfonso Ussía (@alfonso_ussia) May 15, 2021
El mismo día que abuchean a Pedro Sánchez en Granada reciben con aplausos a Juanma Moreno en Jaén.
Los andaluces están contentos con el cambio ???? https://t.co/3vxtro2eb1
— José Antonio Rodríguez (@joosearodriguez) May 14, 2021
Un grupo de ‘kellys’ ha protestado a la llegada del presidente
Según medios locales, un grupo de ‘kellys’ ha protestado a la llegada del presidente y a las que la Policía Nacional les ha pedido la documentación. Las manifestantes deseaban que se avance en el reconocimiento de sus derechos laborales.
Desde Unión Kellys Granada han explicado que tres de sus integrantes, junto a la hija menor de una de ellas, han sido identificadas por los agentes.
Igualmente, otro grupo reducido de ciudadanos han recibido a la comitiva del presidente, que ha visitado las instalaciones de la farmacéutica con Darias, con gritos e increpaciones, portando también un cartel en que se podía leer la consigna ‘Fuera’.
¿Quiénes son las kellys y cuáles son sus reivindicaciones?
Las kellys son una asociación de camareras de piso cuya principal función es la limpieza en hoteles.
Las kellys son independientes, se autogestionan y están desvinculadas de sindicatos y partidos políticos. En los últimos tiempos, sus reivindicaciones pasan por denunciar lo que denominan una explotación moderna debido a la sobrecarga de horas de trabajo que pueden llegar a superar las 12 horas diarias, a la externalización que conlleva que cobren un 40% menos.
A su vez, piden también que se reconozcan las dolencias derivadas del duro trabajo físico que realizan así como el riesgo de sufrir acoso sexual. Por otra parte, señalan que el trabajo está mal pagado ya que cobran entre 2 y 5 euros por habitación que limpian por lo que tendrían que limpiar 400 habitaciones al mes para ganar poco más de 800 euros.