Nueva ofensiva judicial agita la cúpula de los tribunales

Hazte Oír sacude la Audiencia Nacional: querella por filtración de secretos al Gobierno de Sánchez

La asociación Hazte Oír denuncia al expresidente de la Audiencia Nacional José Ramón Navarro por filtrar información sensible a Ábalos y, a través de él, a Pedro Sánchez

Hazte Oír sacude la Audiencia Nacional: querella por filtración de secretos al Gobierno de Sánchez

En plena canícula política y con el termómetro judicial marcando máximos históricos, Hazte Oír ha decidido prender una mecha de consecuencias imprevisibles: la presentación de una querella contra el expresidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, acusado de revelación de secretos. El detonante, según ha reconocido la propia organización, es la supuesta filtración –por parte de Navarro– de datos confidenciales sobre la sentencia absolutoria del exjefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, al entonces ministro José Luis Ábalos, quien habría reenviado esos mensajes directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La acción judicial —que promete convertirse en uno de los culebrones del verano— se produce tras la publicación por el diario El Mundo de unos mensajes que habrían circulado entre Ábalos y Sánchez, en los que se incluían detalles aportados por Navarro sobre el fallo judicial antes incluso de que fuera público. Hazte Oír no solo solicita la imputación del magistrado, sino también las testificales tanto del propio Ábalos como del presidente Sánchez para esclarecer hasta dónde llegó realmente esa presunta cadena informativa privilegiada.

Contexto: Trapero, el procés y el tablero político

El trasfondo de esta nueva tormenta judicial no es menor. Corría octubre de 2020 cuando la Sección Primera de la Sala de lo Penal absolvió a Trapero y otros mandos policiales catalanes en un momento especialmente delicado para el Gobierno central. El Ejecutivo socialista mantenía abiertas negociaciones con fuerzas independentistas como ERC y PDeCAT para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. En ese contexto, conocer con antelación una sentencia favorable a uno de los símbolos del procés no era un simple dato: era un as bajo la manga en plena partida política.

La Fiscalía había solicitado para Trapero penas que podían haber supuesto su expulsión inmediata, pero finalmente el tribunal —presidido entonces por Concepción Espejel, hoy en el Tribunal Constitucional— optó por la absolución al no hallar pruebas suficientes para una condena contundente. Que esa información saliese del estricto ámbito judicial antes de tiempo añade una dimensión explosiva al caso.

Hazte Oír: ofensiva legal y denuncia pública

Desde primera hora, el equipo jurídico de Hazte Oír se ha empleado a fondo para documentar su querella. Según su comunicado, no solo piden investigar lo ocurrido con Trapero, sino también si durante el mandato de Navarro existieron otras filtraciones similares. En palabras del abogado jefe de la organización:

“Se trata de un hecho gravísimo. La justicia debe investigarlo hasta las últimas consecuencias”.

Entre las diligencias solicitadas figuran las testificales tanto del exministro Ábalos como del presidente Sánchez —para quien todo esto supone un nuevo frente cuando aún resuenan otros escándalos como el Caso Koldo o la reciente imputación de Santos Cerdán—.

La querella se basa en el artículo 417 del Código Penal, que castiga específicamente a autoridades o funcionarios públicos que revelen secretos o informaciones reservadas conocidas por razón de su cargo.

El historial controvertido del magistrado Navarro

No es ni mucho menos la primera vez que José Ramón Navarro aparece vinculado a polémicas sobre filtraciones. Ya durante su etapa como presidente del tribunal fue relacionado con comunicaciones delicadas en la conocida Operación Kitchen, donde mantuvo intercambios con Francisco Martínez —ex número dos del Ministerio del Interior bajo el Gobierno Rajoy—. Aquel episodio fue examinado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que concluyó que Navarro no incurrió en faltas disciplinarias.

En 2023, el Tribunal Supremo rechazó otra querella contra Navarro presentada por Sergio Ríos —exchofer del extesorero popular Luis Bárcenas— también por revelación continuada de secretos relacionados con actuaciones declaradas reservadas. Si bien en esas ocasiones logró salir indemne desde el punto de vista disciplinario y penal, este nuevo frente abierto por Hazte Oír podría tener mayores repercusiones políticas y mediáticas.

El juego político: ¿instrumentalización o celo institucional?

Para Hazte Oír —y no solo para ellos— lo sucedido es una “instrumentalización política” flagrante; una utilización interesada y partidista de información judicial privilegiada para favorecer intereses gubernamentales. Así lo denuncian en su escrito:

«La justicia debe estar blindada ante cualquier intento de manipulación desde el poder político».

Desde ámbitos cercanos al PSOE se mira el asunto con cautela, conscientes del desgaste reputacional que estos episodios pueden acarrear para un Ejecutivo ya tensionado por múltiples frentes internos y externos. De hecho, no son pocos quienes ven aquí un intento más —por parte de determinados sectores conservadores— de minar la credibilidad institucional justo cuando se discuten reformas clave sobre independencia judicial o acceso a la carrera fiscal.

Reacciones y primeras lecturas

  • La ministra portavoz Pilar Alegría ha pedido públicamente que “la Justicia investigue y señale a las personas responsables” —en referencia a otras filtraciones recientes— sin entrar a valorar este caso concreto.
  • Los principales partidos ya han empezado a posicionarse entre quienes exigen explicaciones inmediatas (Vox y PP) y quienes piden prudencia hasta ver cómo evoluciona la investigación.
  • Los sindicatos judiciales observan expectantes: consideran esencial preservar tanto la independencia como el prestigio institucional ante lo que muchos describen como “tiempos convulsos” para la Justicia española.

Curiosidades y datos llamativos sobre el caso

  • La filtración objeto de controversia habría tenido lugar dos meses antes de hacerse pública la sentencia.
  • Según trascendió, Navarro admitió haber enviado mensajes a Ábalos aunque matizó ante El Mundo que no recordaba exactamente todos los detalles dados los años transcurridos.
  • El tribunal que absolvió a Trapero estaba formado por tres magistrados; ninguno figura como investigado en esta querella.
  • Este episodio se suma a una larga lista reciente donde los límites entre información reservada y filtración política parecen cada vez más difusos.
  • Hazte Oír afirma tener documentadas otras comunicaciones sospechosas durante el mandato judicial de Navarro.

Mientras tanto, en los pasillos judiciales madrileños algunos ya bromean: “Si esto sigue así habrá que empezar a poner contraseña hasta al café”. Y es que en España, donde las noticias vuelan (y los WhatsApps más aún), mantener un secreto empieza a parecer misión imposible.

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