ABASCAL FÍA LA SUERTE DEL PARTIDO EN LAS ELECCIONES DEL 13-F A UN MILITANTE QUE LLEVA SOLO MEDIO AÑO AFILIADO

Juan García-Gallardo, el candidato de VOX en Castilla y León que aspira a tener la llave de la gobernabilidad

Las perspectivas para VOX son las de alcanzar de 10 a 12 procuradores y esperar a que Mañueco (PP) necesite sus votos para revalidar el mandato

Juan García-Gallardo, el candidato de VOX en Castilla y León que aspira a tener la llave de la gobernabilidad
Juan García-Gallardo Frings.

Es el hombre elegido por Santiago Abascal para liderar a VOX.

Juan García-Gallardo Frings, abogado de profesión, es el candidato de la formación ‘verde’ de cara a los comicios que se celebrarán el 13 de febrero de 2022 en Castilla y León.

Solo lleva medio año afiliado a VOX, pero su acreditada experiencia han hecho que el partido sito en la madrileña calle Bambú haya dado su plácet para que encabece el proyecto electoral.

En su haber cuenta con haber sido premiado por el CEU en el primer curso de Liderazgo y Compromiso Cívico.

Igualmente, el colegio de abogados de Madrid le reconoció por un trabajo sobre suicidios y responsabilidad civil.

Y también se ha formado en comunicación y debate, donde llegó a participar, incluso, en el campeonato mundial que se celebró en Madrid en 2013.

Cursó Derecho en la Universidad de Comillas con Diploma en International Legal Studies y doble master de Acceso a la Abogacía y Derecho de Empresa.

Previo a su acceso al bufete familiar, estuvo colaborando en King&Wood Mallesons en los departamentos de Mercantil y Procesal, y en Herbert Smith Freehills en el departamento de Dispute Resolution.

Ahora afronta un reto apasionante donde sabe que las encuestas le dan un buen resultado a VOX, entre los 10 y 12 procuradores en las Cortes de Castilla y León.

Pero más allá de que el partido incremente de manera exponencial su presencia en la política castellano-leonesa, a lo que aspira es a tener la llave de la gobernabilidad.

Los sondeos hablan de una victoria sin paliativos para el vigente presidente, Alfonso Fernández-Mañueco.

Cierto es que no son muchos los estudios que se atrevan a pronosticar una mayoría absoluta para el candidato del PP, cifrada en los 41 escaños.

Y ahí es donde Juan García-Gallardo espera agazapado su oportunidad de poder influir en el Gobierno regional.

De hecho, casi es la tabla de salvación a la que se agarra un Pedro Sánchez pensando más en clave andaluza.

El líder del PSOE da por perdidas las elecciones en Castilla y León, máxime cuando su líder regional, Luis Tudanca, se prestó a esa operación a cuatro bandas para intentar desalojar del poder al PP en Murcia capital y región, Comunidad de Madrid y en las Cortes castellano-leonesas.

Por eso, paradójicamente, aunque el presidente del Gobierno siempre está a vueltas con la ultraderecha, palabreja que nunca se le cae de la boca, en el caso de Castilla y León le vendría de perlas que Mañueco tuviera una victoria insuficiente y tuviera que pactar con VOX.

Ese es el argumento al que recurriría meses después, seguramente en junio de 2022, para intentar espantar al electorado andaluz con la imagen de un Ejecutivo en San Telmo conformado por PP y VOX.

Aunque no está Sánchez, precisamente, para dar lecciones a nadie viendo que sus socios preferentes, amén de Unidas Podemos, son los proetarras de Bildu y los independentistas catalanes.

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