"Al pie de una escalera habían instalado el árbol de Navidad"

Pilar Eyre: «La Reina Sofía regaló a Letizia en su primera Nochebuena un feo pijama de franela y zapatillas a juego»

"No sabía cómo vestirse; al final, optó por una blusa de seda amarilla con un lazo en el cuello, a juego con una falda plisada"

Pilar Eyre: "La Reina Sofía regaló a Letizia en su primera Nochebuena un feo pijama de franela y zapatillas a juego"
La Reina Letizia y la Reina Sofía. PD

La periodista Pilar Eyre, que la tiene tomada con la Familia Real, aprovecha su blog de Lecturas pare recordar la primera Nochebuena de la Reina Letizia en el Palacio de la Zarzuelal, toda una prueba de fuego para la entonces novia del Príncipe Felipe.

Aunque Letizia Ortiz ha sorteado la mayoría de los retos que se le han presentado con éxito en la Casa Real con los años, no quiere decir que lo tuviera fácil y en aquella ocasión parece que no lo fue.

Empieza hablando de indumentarias:

«No sabía cómo vestirse; al final, optó por una blusa de seda amarilla con un lazo en el cuello, a juego con una falda plisada. Letizia se sentía disfrazada con ese look de monja seglar, pero ¿cómo demonios se vestía una cuando iba a ser la heredera de un trono?»

Como se trata de criticar, la periodista se prodiga en detalles, alguno de los cuales es difícil de creer, pero que ella cuenta así:

«Cuando entraron en la sala abarrotada, llena de parientes de los que Letizia no recordaba el nombre, todos con una copa de champán en la mano, el Rey ya iba por: “Tratemos de mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos…”.

En la grabación llevaba corbata verde. A Letizia le habían contado en los pasillos de televisión que las amantes de su suegro le solían regalar las corbatas que luego lucía en el mensaje anual; lo había revelado una presentadora italiana.

Juan Carlos estaba algo ojeroso, no atravesaba una buena etapa. Se sentía solo, su relación con la Reina había llegado a tal punto que le pidió al presidente del Gobierno que no le programara más viajes con ella porque no la soportaba.

Puntualiza Eyre que le faltaban aún dos meses para conocer a la mujer que iba a cambiar su vida para siempre.

El regalo de la reina Sofía

Asegura Pilar Eyre que, durante el discurso, Doña Sofía hablaba en voz alta con su hermana Irene para demostrar que nada de lo que decía su marido podía interesarle, algo que no cuadra con la personalidad y la conducta de la madre de Felipe VI.

Eyre, a quien hay que coger con papel de fumar, ‘desvela’ al final la embarazosa situación que le tocó vivir en el momento de los regalos porque «la Reina Sofía se lució con su elección», donde se juntó la inclinación por Londres de la Emérita con un regalo que poco o nada tenía que ver con la prometida de su hijo.

No se puede olvidar que la Reina Sofía pasaba largas temporadas en la capital inglesa y una de sus actividades favoritas era disfrutar los Almacenes Harrods:

«Al pie de una escalera habían instalado el árbol de Navidad y la familia del Rey empezó a repartir los regalos mientras los criados pasaban bandejas con canapés de pan inglés. A Letizia le tocó un feo pijama de franela y zapatillas a juego que había comprado su suegra en los almacenes Harrods de Londres».

Tras repartirse estos regalos, pasaron al comedor:

«La cena se le hizo eterna a Letizia. Tenía al lado a un silencioso Marichalar, todavía muy afectado por su ictus».

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